Las Torres es un barrio del municipio de Las Palmas de Gran Canaria (Gran Canaria, Islas Canarias, España). Situado en el distrito de Ciudad Alta. Es uno de los barrios que ha experimentado una mayor expansión urbanística en los últimos años, junto con el vecino barrio de Siete Palmas. Cuenta con la zona industrial de Lomo Blanco.
Las Torres | ||
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País |
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• Com. autónoma |
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• Ciudad |
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• Distrito | Ciudad Alta | |
Ubicación | 28°06′38″N 15°27′11″O / 28.110447222222, -15.452938888889 | |
Superficie | km² | |
Código postal | 35010, 35019 | |
Toma su nombre de la Estación Radiotelegráfica Transradio Las Palmas, inaugurada en 1930 en terrenos del entonces municipio de San Lorenzo. El complejo estaba formado por tres torres metálicas de gran altura (dos de 75 metros y una de 50), visibles desde distintos puntos de la ciudad, que permitieron establecer comunicaciones internacionales, marítimas e interinsulares. La estación estuvo en funcionamiento hasta finales de la década de 1970 y marcó profundamente la identidad del área, que a partir de entonces pasó a ser conocida popularmente como “Las Torres”.[1]
Los orígenes del barrio de Las Torres se remontan a época prehispánica. En el barranco de Tamaraceite, muy próximo al actual barrio, se han documentado restos arqueológicos de época indígena como la Hoya del Paso, las Cuevas del Campo de Minas, la Cueva de la Luna o la Fuente del Sao, donde se combinaban usos funerarios, de hábitat y de almacenamiento de grano, lo que demuestra la importancia agrícola y humana del área desde tiempos prehispánicos.[2]
Tras la Conquista de la isla de Gran Canaria en el siglo XVI, los terrenos del actual barrio de Las Torres pasaron a diferentes propietarios. Durante siglos, el uso agrícola fue predominante, destacando cultivos de plátano, tomate, cereal y otros productos de exportación, gestionados por familias de mayordomos y jornaleros.
En el siglo XX, un acontecimiento decisivo fue la instalación en 1930 de la Estación Radiotelegráfica Transradio Las Palmas, que con sus tres torres metálicas (dos de 75 metros y una de 50) dominó el paisaje urbano. Una de ellas fue derribada en 1955, hecho documentado en un noticiario del NO-DO, mientras que las restantes se mantuvieron en pie hasta el cierre definitivo de la estación a finales de la década de 1970.[1]
En la inmediata posguerra, parte de los terrenos de Bellavista se transformaron en el campo de concentración de Las Torres-Bellavista (1940–1941), destinado a prisioneros políticos antes de su traslado a la prisión de Barranco Seco. Posteriormente el espacio se utilizó como acuartelamiento militar.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, la necesidad de vivienda en la capital provocó la sustitución del uso agrícola por el residencial. Primero surgieron casas unifamiliares de autoconstrucción y, desde finales de los años 70, urbanizaciones residenciales y bloques de viviendas que configuran el barrio actual. En paralelo, la implantación del polígono industrial de Lomo Blanco consolidó el carácter mixto, residencial e industrial, del área.
A finales de los años 70, los servicios básicos del barrio (como aceras, carreteras, alumbrado, agua corriente, espacios públicos, etc.) eran prácticamente inexistentes. La creación de Asociaciones Vecinales a partir de 1977 permitió que las demandas de la comunidad fueran escuchadas y atendidas, promoviendo la instalación de estos servicios, gran parte de los cuales fueron pagados y realizados por la propia vecindad. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria comenzó a asumir progresivamente la responsabilidad de urbanizar y dotar de servicios al barrio en la década de 1980. Este proceso incluyó la mejora de infraestructuras y la implementación de servicios públicos esenciales, consolidando el carácter residencial e industrial del área.
El fútbol ha tenido un papel destacado en la historia social del barrio, con campos como el de Bellavista y más tarde con el Campo de Fútbol Las Torres. clubes locales que se convirtieron en referentes comunitarios. El barrio también contó con equipos que llegaron a competir en la Tercera División, destacando especialmente la U.D. Las Torres, que se mantuvo en dicha categoría desde 1982 hasta 1986, renunciando posteriormente a continuar en la división, y que volvió a ascender para jugar nuevamente entre 1989 y 1991. Estos equipos se convirtieron en referentes comunitarios, ofreciendo a los jóvenes del barrio oportunidades deportivas y fomentando un fuerte sentido de identidad y pertenencia.
En la actualidad, el barrio de Las Torres se ha convertido en una zona ideal para vivir, gracias a su cercanía a centros comerciales, servicios de transporte público y diversas instalaciones. Estos factores han contribuido en los últimos años a un notable aumento de la población del barrio, consolidándolo como un área dinámica y en crecimiento dentro de la ciudad.
La modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en el ámbito de la "Nueva Ciudad Alta" en Las Palmas de Gran Canaria está generando un intenso debate social y político.
A partir de enero de 2025, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria aprobó iniciar la modificación menor del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en el ámbito de la Nueva Ciudad Alta. El procedimiento incluyó la elaboración de un borrador técnico y la apertura de un proceso de evaluación ambiental estratégica simplificada, que se hizo público en julio de 2025 mediante su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia. Este proyecto pretende transformar una extensa área, lo que afectaría directamente al barrio de Las Torres, incluyendo la posible expropiación de unas 127 viviendas, con impacto en aproximadamente 800 a 900 personas.
Las asociaciones de vecinos de Las Torres han manifestado su rechazo al proyecto a través de concentraciones y marchas, siendo la más visible la organizada en la playa de Las Canteras,[3] donde los residentes portaron pancartas con mensajes como “Las casas de Las Torres no se tocan”. Además, presentaron alegaciones formales al informe ambiental, reclamando transparencia, participación ciudadana y la consideración del valor social y patrimonial de las viviendas y la comunidad. Los vecinos exigen que cualquier decisión se tome tras un debate abierto y un proceso participativo que contemple alternativas menos invasivas.
En julio de 2025, el Concejal de Urbanismo Mauricio Roque reconoció que "las expropiaciones serán necesarias", aunque aseguró que se trabajaría para que fueran "las mínimas". Sin embargo, añadió que "no se va a dar ninguna de las que están recogidas de forma ideal", indicando que todo se haría "con la participación de los ciudadanos".[4]
Por otro lado, la alcaldesa Calorina Darias negó categóricamente que se estuviera considerando algún proceso de expropiación, afirmando que "no está sobre la mesa ningún proceso de expropiación".[5]
Esta disparidad en las declaraciones ha generado confusión y preocupación entre los vecinos de Las Torres, quienes temen por la posible pérdida de sus viviendas. Las asociaciones vecinales han solicitado mayor claridad y transparencia por parte del Ayuntamiento, exigiendo que se retire cualquier mención a posibles expropiaciones del documento inicial del plan.
En paralelo, los colectivos vecinales han intensificado lo que ellos llaman “la guerra contra el Ayuntamiento”, mediante la presentación de recursos, escritos formales y convocatorias públicas que buscan presionar a los responsables políticos para que escuchen sus demandas. Estas acciones incluyen concentración de firmas, ruedas de prensa y coordinación con medios de comunicación para visibilizar la protesta y ganar apoyo ciudadano. La estrategia vecinal busca impedir que el proyecto avance sin negociaciones previas y sin garantías de que se respeten los derechos y viviendas de los residentes.
La tensión ha escalado hasta el punto de que las asociaciones vecinales de Las Torres han decidido llevar sus protestas a la vía judicial. El 1 de septiembre de 2025, la Asociación de Vecinos Las Torres Altas AVETAL y la Asociación de Vecinos Tarjas de Las Torres Bajas anunciaron que presentarían un recurso contencioso-administrativo contra la evaluación ambiental estratégica de la modificación del PGOU en el ámbito de la Nueva Ciudad Alta. Alegan que la evaluación vulnera derechos fundamentales de los vecinos y no cumple con la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental, ni con la Directiva 2001/42/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, que regula la evaluación de los efectos de determinados planes y programas sobre el medio ambiente.
El recurso surge tras la negativa del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a admitir las 548 alegaciones presentadas por los vecinos,[6] argumentando que los informes ambientales no constituyen actos administrativos finales y, por lo tanto, no son recurribles en vía administrativa. Para las asociaciones, esta postura refleja tanto un temor del Ayuntamiento a que el conflicto escale como una falta de voluntad de atender las demandas vecinales. Con la presentación del contencioso-administrativo, los colectivos buscan que los tribunales revisen la legalidad del proceso y garantice que se respeten los derechos fundamentales de los residentes, así como las normativas aplicables, obligando al gobierno local a abrir un verdadero proceso de participación ciudadana y reconsiderar el plan.
Las siguientes líneas de autobuses (guaguas) pasan por el barrio de Las Torres. Aunque solo las líneas 35 y 45 realizan servicio al interior del barrio antiguo. El resto circula por la Avenida Juan Carlos I o solo tienen parada en el Hospital Doctor Negrín o el exterior del mismo.
Estudio y análisis de los hechos históricos que conformaron el devenir del barrio de Las Torres