Las 17 Rosas de Guillena es el nombre colectivo dado a un grupo de 17 mujeres vecinas de Guillena, Sevilla, que tras ser trasladadas a Gerena, fueron fusiladas. Los hechos ocurrieron entre el 6 y el 8 de en noviembre de 1937. Sus edades estaban comprendidas entre los 24 y 70 años.[1]
Fueron detenidas en septiembre de 1936, torturadas y rapadas. Les dieron un paseo por las calles de Guillena para humillarlas antes de ser trasladadas a Gerena, una localidad cercana. Allí estuvieron presas dos meses en el depósito municipal. En noviembre fueron fusiladas en las tapias del cementerio. En su mayor parte eran esposas de huidos del pueblo, republicanos, simpatizantes o afiliados a partidos de izquierda. Así que parece que su condena fue ejemplarizante. Aunque habían sido detenidas diecinueve mujeres, dos de ellas fueron indultadas.[2][3]
Tres documentos obtenidos en el Archivo General Militar de Ávila por el investigador Francisco Javier González Tornero demostraron que la ejecución de las 17 mujeres en 1937 había sido planeada como castigo contra aquellos que auxiliaban a los huidos de la sierra.[4][5]
En 2010 se pudo localizar la fosa común donde habían sido enterradas.[14] El proceso de exhumación contó, además del equipo de investigación y los colectivos memorialistas de la zona, con un testigo que de niño vio como mataban a las mujeres e indicó el punto exacto del cementerio de Gerena donde se encontraba la fosa. Además de esto dijo que los asesinos fueron unos falangistas y guardias civiles de la localidad. Este testimonio ha servido como base para la denuncia presentada en 2015.[2] El 15 de diciembre de 2012 se realizó el entierro de sus restos en el cementerio de Guillena.[15]