Lampayo medicinalis corresponde a una planta medicinal nativa de Chile, distribuida en zonas de gran altitud, de 2000-4500 metros sobre el nivel del mar.
Lampayo | ||
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![]() Lampayo medicinalis en herbario | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Plantae | |
Subclase: | Magnoliidae | |
Superorden: | Asteranae | |
Orden: | Lamiales | |
Familia: | Verbenaceae | |
Género: | Lampayo | |
Especie: |
Lampayo medicinalis F. Phil. | |
La Lampayo medicinalis, conocida popularmente como lampayo o lampaya, es un arbusto de la cordillera de Tarapacá, perteneciente a la familia de las Verbenaceae y del orden de las Lamiales. Es una planta endémica de Chile, específicamente del norte, conocida por su uso tradicional medicinal.[1][2]
Tradicionalmente, la infusión de sus hojas es usada para calmar dolores de hueso, tratar afecciones relacionadas a la próstata, padecimientos renales y de la vía urinaria, e incluso para trastornos hepáticos y biliares. Además, se le atribuyen efectos refrescantes y estomacales. A su vez, estudios in vitro de la misma han demostrado que la planta contiene una cantidad importante de compuestos antioxidantes y con actividad antiinflamatoria.[3]
No se tiene información respecto a su estado de conservación, ni respecto a su cultivo y domesticación, más se sabe que su hábitat tiende a ser en climas áridos.[4]
Morfológicamente, es un arbusto bajo, que crece hasta 50 cm. Tiene un tallo descrito como cicatricoso y de color rojizo. Sus hojas son lisas, gruesas, enteras, opuestas y pecioladas, de forma orbicular y pequeñas (7-8 x 4-5 mm). La lampaya tiene flores, que son tabuladas, violáceas, de hasta 10 mm de largo. Su fruto es una nuez que se encuentra rodeada por el cáliz carnoso. [3]
Lampayo medicinalis es una especie nativa de Chile y Bolivia. En Chile, se distribuye principalmente en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, ocupando hábitats del altiplano andino, desarrollándose en un clima árido en un alto rango altitudinal entre los 2000 y 4500 metros sobre el nivel del mar. Su presencia en estos pisos ecológicos está asociada a condiciones de radiación solar intensa, temperaturas extremas y suelos pobres en agua y nutrientes.[5]
Popularmente se preparan infusiones con sus hojas para aliviar dolores articulares, musculares, reumatismo y artritis. También se utiliza para tratar trastornos digestivos y dolor estomacal, así como para combatir resfríos, tos y fiebre.[3] Asimismo, se ha empleado para tratar afecciones hepáticas, prostáticas y urinarias. Las flores, por su parte, son consideradas refrescantes y se utilizan en baños medicinales con fines terapéuticos.[6]
Se han realizado estudios in vitro para explorar los posibles beneficios de lampaya en la salud humana. Se ha observado que el extracto hidroetanólico de la planta puede inhibir la activación de las plaquetas humanas inducida lo que sugiere un posible efecto protector a nivel cardiovascular.[7]
Además, en estudios con células adiposas humanas, el extracto de la planta mostró la capacidad de restaurar la señalización de la insulina y mejorar la captación de glucosa en células alteradas por ácidos grasos saturados, lo que podría ser relevante para el manejo de la resistencia a la insulina.[8]
Los extractos de Lampayo medicinalis han demostrado capacidad antioxidante en diversos ensayos in vitro.[9]
Se ha identificado cantidades importantes de compuestos fenólicos en los extractos de lampayo. Entre los ácidos fenólicos, destaca el ácido gálico, mientras que entre los flavonoides se ha identificado la quercetina como uno de los principales componentes.[9]
Además, en esta especie también se han identificado otros compuestos bioactivos relevantes, como iridoides (una clase de terpenoides) y derivados de p-hidroxiacetofenona, los cuales también contribuyen a su potencial efecto antioxidante y antiinflamatorio.[10]
Lampayo medicinalis fue descrita por Federico Philippi y publicado en Verhandlungen des Deutschen Wissenschaftlichen Vereines zu Santiago en 1886. Anteriormente el género fue catalogado como Lampaya medicinalis, sin embargo esa denominación se considera inválida, y el nombre de Lampayo es el que se considera correcto.[5]