Es una pintura al óleo representando un interior acomodado de rico suelo ajedrezado de mármol, presente en otras obras del autor, como La despensa.^[1]​

Representa un dormitorio en el que se muestra a una madre con una chaqueta de color negro con borde de piel que acaba de amamantar a su bebé y se está atando el corpiño rojo. Mira sonriendo a la cuna de mimbre, en la que el bebé no es visible para el espectador. A la derecha de la mujer un perro se estira y detrás de ella una cama elevada y empotrada^[2]​ cerrada con cortinas a rayas azules y blancas. De sus paredes de madera cuelgan un calentador al frente y en el perchero lateral una falda roja.

A la derecha, debajo de una ventana alta, cuya mitad inferior está cerrada con contraventanas, una mesa con un candelero y una jarra de cerámica. En el extremo un segundo cuarto es visible a través de una puerta abierta, donde su hija mayor está de pie con la espalda hacia el espectador mirando a la abierta puerta de entrada de la casa, a través de la que entra la luz del sol en el aposento. La composición es equilibrada y armoniosa, con una gran variedad de colores.

La pintura fue subastada el 22 de marzo de 1790 en París y probablemente llegó a la colección de Jacob Hoofman en Haarlem. Pasó a ser propiedad de María Hoofman en el año 1846.

Es un claro exponente de la vida burguesa contemporánea tan representada por el autor, donde el orden y la pulcritud es tan apreciada.^[3]​

• Anexo:Cuadros de Pieter de Hooch

• Esta obra contiene una traducción derivada de « Die Mutter (Pieter de Hooch)» de Wikipedia en alemán, publicada por sus editores bajo la Licencia de documentación libre de GNU y la Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.