La nobla leyczon (en el moderno occitano, La nòbla leiçon) es un texto anónimo escrito en occitano antiguo. Es considerado por algunos historiadores como el documento fundador [1] del credo Valdense, anterior a su adhesión a la Reforma, decidida en el Sínodo de Chanforan. Su sexta línea, ben ha mil y un centenar de completos (ya mil cien años han corrido su curso desde que murió), lo sitúa en el siglo XII, pero los eruditos modernos ahora la datan entre 1190 y 1240. [2] Sin embargo, la misma línea varía de acuerdo a cuál de los cuatro manuscritos se estudia: los de Ginebra y Dublín dicen "mil e cent" (1100), mientras que los de Cambridge, ambos dicen mil e cccc cent (1400). [3] Otras discrepancias incluyen varios anacronismos y el hecho de que el Occitano Antiguo no se hablaba en la región de Lyon. [4] El manuscrito fue encontrado en los valles del Piamonte. [5]
Las 479 líneas del poema se pueden dividir en siete partes según los temas tratados:[6] 1-56 Tratar sobre el fin del mundo; 57-229 recuentos de la historia de la Biblia; 230-265 hablan sobre la nueva ley; 266-333 narran la vida y las obras de Jesús; 334-360 alabar a los fieles Iglesia Cristiana; 361-413 relacionan las persecuciones y las vidas corrompidas de los papistas; y, 414-479 explican lo que es el verdadero arrepentimiento.
AYCÍ COMENCZA LA NOBLA LEYCZON
O frayre, entendé ma nobla leyczon:
Sovent devén velhar e istar en oracion,
Car nos veén aquest mont esser pres del chavon;
Mot curiós deoriàn ésser de bonas obras far,
Car nos veén aquest mont de la fin apropiar.
Ben ha mil & cent ancz complí entierament,
Que fo scripta l'ora, car sen al derier temp.
Poc deoriàn cubitar, car sen al remanent.
Tot jorn veén las ensegnas venir a compliment,
En acreysament de mal e en amermament de ben.
Ayczó son li perilh que l'escriptura di:
L'avangeli ho recoynta, e sant Paul atresí,
Que neún home que viva, non po saber la fin.
Enperczó devén mays temer, car nos non sen certan,
Si la mort nos penré enchoy o deman.
COMO COMENZAN LA NOBLE LECCIÓN[7]
Oh hermanos, escuchad una noble lección:
Debemos siempre vigilar y orar,
Pues vemos este mundo cerca de una conclusión;
Debemos esforzarnos por hacer buenas obras,
Viendo que el fin de este mundo se aproxima.
Ya hay mil y cien años plenamente cumplidos
Puesto que fue escrito así: Porque estamos en la última vez.
Debemos codiciar poco, porque estamos en el último extremo.
Vemos diariamente los signos que deben realizarse
En el aumento del mal y la disminución del bien.
Estos son los peligros que la Escritura menciona:
En los Evangelios y en los escritos de San Pablo,
Ningún hombre viviente puede saber el fin.
Por lo tanto, debemos temer más, porque no estamos seguros,
Si moriremos hoy o mañana.