Gracias a que Beà era su propio editor, se plantea la realización de un experimento:

Quise emplear en el cómic las técnicas de creación automática usadas por Aragon, Tzara, Éluard, Duchamp, Richter, etc., es decir, el grupo de artistas fundadores del movimiento dadaísta y que más tarde también utilizarían escritores como el propio William Burroughs. Se trataba de glosar y dibujar sin premeditación, al azar, en la espontaneidad más absoluta. Así pues decidí crear un álbum sin saber de qué género iba a tratar. Me impuse la obligación de no pensar en él hasta el momento de dibujar la primera viñeta.^[1]​

Como explica el propio autor, tuvo que terminarla "precipitadamente, intentando atar cabos de una manera muy forzada", dada la limitación de páginas.^[1]​

En 1987, fue recopilada en álbum por Toutain Editor.

Se ha criticado la carencia de unidad de la obra.^[2]​

• Rando, Juan I. (31 de enero de 2003). «Reseña de La Muralla». Tebeosfera. Primera época (10). ISSN 1579-2811. Consultado el 6 de agosto de 2019. 

• Ficha, en el mismo sitio.