Joyce Ann Karlin Fahey (Caracas, 5 de enero de 1951) es una abogada, exjueza y política estadounidense.[1][2]
Joyce Karlin | ||
---|---|---|
| ||
Jueza del T.S. de California | ||
1992-1997 | ||
| ||
Información personal | ||
Nombre completo | Joyce Ann Karlin Fahey | |
Nacimiento |
5 de enero de 1951 (74 años)![]() | |
Residencia | Manhattan Beach, California | |
Nacionalidad | Estadounidense | |
Educación | ||
Educación | Grado en Derecho | |
Educada en | Universidad Loyola Chicago | |
Información profesional | ||
Ocupación | Abogada | |
Área | Derecho procesal penal | |
Años activa | 1974–1997 | |
Conocida por | Juzgar el asesinato de Latasha Harlins | |
Como jueza de la Corte Superior del Condado de Los Ángeles, es famosa por haber sentenciado a Soon Ja Du; la comerciante que asesinó a Latasha Harlins; a solo cinco años de libertad condicional y 400 horas de servicio comunitario, sin tiempo en la cárcel. La sentencia fue ampliamente criticada por la comunidad y se cita como un catalizador para los disturbios de Los Ángeles de 1992.[3][4]
Su padre fue un ejecutivo del estudio cinematográfico Warner Bros. Durante su infancia vivió en varios países, incluyendo Alemania, Italia y Argentina, hasta que su familia regresó a Chicago.
En 1974 se licenció como abogada en la Universidad Loyola Chicago, a los 23 años.
Desde que se retiró como jueza, ha usado el apellido Fahey de su marido.[5]
Trabajó como abogada defensora en Chicago y Los Ángeles y luego se desempeñó como asistente del Fiscal de los Estados Unidos en California.[6][7] Se convirtió en jueza de la Corte Superior en 1991.
Fue elegida jueza del Tribunal Superior de California en 1992, recibiendo el 51% de los votos y derrotando a otros cuatro candidatos.
En 1997 se retiró de su posición como jueza y más tarde fue elegida para el consejo de la ciudad californiana de Manhattan Beach.[8]
La leve sentencia que impuso en el juicio por homicidio de la adolescente Latasha Harrisse se vio contrariada semanas después por otra mucho más severa que sancionó a un hombre de Glendale por patear a un perro, lo cual fue recibido con indignación y protestas por la comunidad afroestadounidense.[9] Los historiadores concuerdan que la decisión de la jueza alimentó el malestar racial de la comunidad negra, que ya estaba resentida después de la paliza a Rodney King, y contribuyó a los disturbios de Los Ángeles de 1992.[10][11][12][13]
Posteriormente el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles emitió una «política de declaración jurada general», que no le permitió a Karlin juzgar casos de crímenes violentos. En 1992 se llevó a cabo un proceso de destitución que fracasó.
El fiscal de distrito, Ira Reiner, dijo: «fue un error judicial tan impresionante, que la jueza Karlin no tiene credibilidad pública para continuar juzgando casos penales».