Jorge Larrosa Bondía, más conocido como Jorge Larrosa, España, es un pedagogo y docente de filosofía de la educación en la Universidad de Barcelona. Su producción colinda entre los campos de la pedagogía, educación, literatura y filosofía. Sus obras abordan temas como la formación, la relación entre experiencia, lenguaje y subjetividad, así como la materialidad de los dispositivos artísticos, culturales y educativos.[1][2][3][4]
Aplicó la licenciatura en pedagogía y filosofía, realizó estudios postdoctorales en el Instituto de Educación de la Universidad de Londres y en el Centro Michel Foucault de la Universidad Sorbona de París.
Ha sido profesor invitado en diversas universidades europeas y latinoamericanas donde también ha dictado cursos y conferencias. Su trabajo destaca por la colaboración con artistas escénicos, de artes plásticas, y mediadores culturales.[5][6]
Sus aportaciones al campo de la pedagogía y educación abordan los fundamentos de la escuela y el oficio docente, donde hace hincapié en la importancia de la formación y la necesidad de tiempo de tranquilidad en las escuelas que permita la reflexión y la discusión sobre los aspectos políticos para su renovación:
(...) renovar la escuela no es otra cosa que renovar los procedimientos para mostrarles a los niños que hay en el mundo.[4]
Con relación al oficio de profesor menciona:
El oficio de profesor tiene que ver con el amor. Con el amor al mundo y con el amor a la infancia, entendiendo esta última como novedad (en el mundo) y como capacidad de comenzar. Tiene que ver con el modo como nosotros, que habitamos el mundo, recibimos a los nuevos, a los que vienen al mundo por nacimiento, a los que (precisamente por su condición de natales) tienen tanto la capacidad de empezar algo nuevo como la capacidad de renovar lo viejo.[6]
Para Larrosa el oficio de profesor no tiene que ver con competencias, técnicas didácticas o con resultados sino un éthos, un modo de ser y de actuar, un modo de vivir:
Si prefiero hablar de oficio y no de profesión es porque la palabra profesión está contaminada por la ideología del profesionalismo y de la profesionalización. Es ahí, a las profesiones profesionalizadas, donde se ha desplazado eso de las competencias, de las capacidades, de los saberes técnicos y de los modos de hacer expertos. Por otra parte, el oficio aún remite a la artesanía: a la materialidad del trabajo, a la tradición en que se inscribe, a la huella subjetiva del artesano que lo realiza, a su presencia corporal.[6]
Entre sus obras destacan: