Jorge Alberto Sabato (4 de junio de 1924 - 16 de noviembre de 1983)[1] fue un físico y tecnólogo argentino de formación científica autodidacta y destacado en el campo de la metalurgia y de la enseñanza de la física. Es reconocido por su aporte al estudio de las políticas científico-tecnológicas, donde destaca la formulación del triángulo de Sabato.
Jorge Alberto Sabato | ||
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Jorge Alberto Sabato. | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
4 de junio de 1924. Rojas, Provincia de Buenos Aires, Argentina. | |
Fallecimiento |
16 de noviembre de 1983. Colegiales, Ciudad de Buenos Aires, Argentina. | |
Residencia | Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, México, Venezuela. | |
Nacionalidad | Argentina | |
Familia | ||
Cónyuge | Lydia Añez (1947-1983) | |
Hijos | Hilda, Alicia y Celia. | |
Educación | ||
Educado en | Formación científica autodidacta. | |
Información profesional | ||
Ocupación | Físico | |
Conocido por |
Creación del actual Instituto Jorge A. Sabato. Formular el Triángulo de Sabato. Es autor junto a Alberto P. Maiztegui de un famoso libro de texto de física usado en la enseñanza secundaria y actualmente editado en Argentina. | |
Empleador | Departamento de Metalurgia de la Comisión Nacional de Energía Atómica (hoy Instituto Jorge A. Sabato), OEA, Naciones Unidas, I.R.D.C. de Canadá, Place Pigalle, Wilson Center de Washington, Junta del Acuerdo de Cartagena, Universidad de Stanford, Universidad de Birmingham, Universidad de Sussex, Universidad McGill, Universidad Estatal de Campinas, Universidad Nacional de Chile y otras universidades de México y Venezuela. | |
Miembro de | Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo de México, Centro de Estudios Industriales, Club de Roma, Club Gure-Echea, Foro Latinoamericano, Fundación Bariloche, Insitute of Metals, Instituto de Desarrollo Económico y Social, Instituto Torcuato Di Tella. | |
Distinciones | Diploma de doctor Honoris Causa de la Universidad de París, Premio al V Congreso Nacional de Ingeniería, Orden del Ladrillo, Llave del Fogón de los Arrieros, Premio Multinacional de Metalurgia. | |
Hijo de Vicente Esteban Sabato (hermano del escritor Ernesto Sábato) y Brígida Condrón.[2] Estudió en la Escuela Normal de Quilmes donde se recibió de maestro en 1942 y en julio de 1947 se recibió de profesor en Física en el Instituto Nacional de Profesorado Secundario de la ciudad de Buenos Aires. Apenas egresado fue profesor de las Escuelas Municipales Raggio.[1] Allí comenzó a trabajar, junto con Alberto Maiztegui, en un libro de física para la escuela secundaria que finalmente publicaron en 1951.[1] Militó activamente en la Unión Cívica Radical.[3]
Se especializó de forma autodidacta en metalurgia, mientras trabajaba como periodista para ganarse la vida.[4] Bajo diferentes pseudónimos, escribió artículos sobre ciencia y tecnología para los diarios Crítica y La Prensa y las revistas "Qué sucedió en Siete Días" y "Vea y Lea".[1]
En 1952 armó un pequeño laboratorio de investigación para la empresa Decker en la que trabajó hasta 1954 cuando creó la empresa IMET (Investigaciones Metalúrgicas). En diciembre de ese año, durante el gobierno de Juan Perón, se sumó a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).[4] Dentro de la CNEA formó el Departamento de Metalurgia cuyo principal objetivo era brindar apoyo al inconcluso Plan Nuclear que preveía la construcción de cinco centrales para el año 2000. Además, en 1962 se creó a su instancia el Servicio de Asistencia Técnica a la Industria (SATI).[4] Fue director del Departamento hasta 1968 cuando pasa a desempeñarse como Gerente de Tecnología de la CNEA. En 1968 creó el Curso Panamericano de Metalurgia, donde científicos de toda América comparecían y comparecen a instruirse en los últimos avances en la materia.
En 1971 fue nombrado presidente de Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires (SEGBA). Desde ese lugar creó la Empresa Nacional de Investigación y Desarrollo Eléctrico (ENIDE), que según palabras de Sabato tenía dos objetivos: "de producir y comercializar tecnología eléctrica" y "servir de modelo de demostración, que permita organizar otras fábricas de tecnología en otros sectores".[5]
Escribió varios libros y artículos periodísticos además de los de orden científico. Publicó trabajos científicos en español, francés, inglés, portugués y alemán.
Se casó con Lydia Añez. Su hija Hilda Sabato es una destacada historiadora, profesora titular de la Universidad de Buenos Aires e investigadora principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Argentina) (CONICET) especializada en historia política y social argentina y latinoamericana del siglo XIX. Sus primos, hijos de Ernesto Sábato, son Jorge Federico Sabato y Mario Sabato.
Hoy el Instituto Jorge A. Sabato, dependiente de la UNSAM y la CNEA, es el heredero del curso panamericano de metalurgia y, después de su muerte, lleva su nombre como homenaje.
El Triángulo de Sabato es un modelo de política científico-tecnológica que postula que, para que realmente exista un sistema científico-tecnológico, es necesario que el Estado (como diseñador y ejecutor de la política), la infraestructura científico-tecnológica (como sector de oferta de tecnología) y el sector productivo (como demandante de tecnología), estén relacionados fuertemente de manera permanente.[6] Estas son las interrelaciones del triángulo.[7]
Cada vértice debe tener sólidas intrarrelaciones, que son las que existen entre las diversas instituciones que lo componen. Por ejemplo, en el sector Estado debe haber coherencia entre la política implícita y la política explícita, entre los diversos ministerios y organismos autónomos, etc.
Finalmente las extrarrelaciones se refieren a las relaciones que tienen los vértices con entidades del exterior.
El triángulo es el modelo más simple de dependencia tecnológica: mientras más fuertes sean las extrarrelaciones, más débiles o inexistentes serán las inter e intrarrelaciones y más demorará el país para disminuir su dependencia.
La idea del triángulo fue propuesta por John Kenneth Galbraith y desarrollado como modelo de política científico-tecnológica por Jorge Alberto Sabato. El modelo se difundió en América Latina rápidamente y alimentó el Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnología y Desarrollo.[8][9]La obra de Jorge Sabato fue recopilada y puede visitarse en el repositorio de ESOCITE