John Robison (4 de febrero de 1739-30 de enero de 1805) fue un físico y matemático británico. Fue profesor de filosofía natural (precursora de las ciencias naturales) en la Universidad de Edimburgo.[1]
Fue miembro de la Sociedad Filosófica de Edimburgo cuando ésta recibió su autorización real, y fue nombrado primer secretario general de la Real Sociedad de Edimburgo (1783-98). Robison inventó la sirena y también trabajó con James Watt en un primer coche de vapor. Tras la Revolución Francesa, Robison se desilusionó con elementos de la Ilustración. En 1797 escribió Pruebas de una conspiración, una polémica en la que acusaba a la masonería de estar infiltrada por la Orden de los Illuminati de Weishaupt. Su hijo fue el inventor Sir John Robison (1778-1843).[2]
Siendo él mismo un masón, iniciado en Lieja,[3] denunció una conspiración masónica-illuminati contra los poderes establecidos en Europa en su libro Proofs of a Conspiracy against all the Religions and Governments of Europe, carried on in the Secret Meetings of Free-Masons, Illuminati and Reading Societies, etc., collected from good authorities en 1797. Sus teorías son parecidas, pero independientes, a las de su contemporáneo el abad Augustin Barruel.
Según Robison la estructura de la masonería se infiltró en varias ocasiones, por los jesuitas[4] y sobre todo por los Iluminados de Baviera y se utilizó para promover intenciones subversivas contra los gobiernos y la religión en Europa[5] en particular durante la Revolución francesa.
Robinson declaró que los Iluminados de Baviera se reformaron inmediatamente bajo otro nombre después de la disolución oficial el 22 de junio de 1784 por el Príncipe elector de Baviera, duque Karl Theodor.[6]