James Brindley (1716 - 27 de septiembre de 1772) fue un ingeniero inglés, conocido por ser uno de los ingenieros más destacados del siglo XVIII. Nació en Tunstead (Derbyshire), y vivió gran parte de su vida en Leek (Staffordshire). A pesar de recibir poca educación formal, Brindley fue instruido en casa por su madre y a los 17 años comenzó su aprendizaje como molinero, demostrando una habilidad excepcional.[1] Más tarde, estableció su propio negocio en Leek, donde ganó reputación por su ingenio en la reparación de maquinaria.
James Brindley | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
1716 Tunstead (Reino Unido) | |
Fallecimiento |
27 de septiembre de 1772 Turnhurst (Reino Unido) | |
Residencia | Leek | |
Nacionalidad | Británica | |
Información profesional | ||
Ocupación | Ingeniero civil, ingeniero e inventor | |
Brindley fue contratado en 1759 por el 3.º Duque de Bridgewater para diseñar el Canal de Bridgewater, que transportaría carbón desde las minas de Worsley hasta Mánchester. Aunque Brindley es a menudo acreditado como el genio detrás de este canal, se cree que el diseño principal fue obra del Duque y su agente, John Gilbert. Sin embargo, Brindley jugó un papel crucial al resolver problemas técnicos importantes, como la construcción del acueducto de Barton, que cruzaba el río Irwell a una altura de 12 metros.[1]
La técnica de Brindley para minimizar el movimiento de tierras mediante el desarrollo de rutas contorneadas y su uso de túneles, en lugar de cortes, fue innovadora. Además, su técnica de impermeabilización con arcilla apisonada (puddling) fue una de sus mayores contribuciones a la ingeniería de canales.[2] Esta técnica se utilizó extensamente en la construcción de canales en el Reino Unido y más tarde en la construcción de presas de relleno.[3]
Brindley continuó su carrera diseñando y construyendo otros importantes canales como el Trent and Mersey Canal, que conectaba los ríos Mersey, Trent, Severn y Támesis, un proyecto conocido como el "Gran Cruce". Aunque no vivió para ver completada esta red, dejó un legado de 587 km de canales construidos y múltiples molinos de agua.
Falleció en 1772 en su hogar en Turnhurst (Staffordshire), y fue enterrado en la iglesia de St. James en Newchapel. Su legado perdura en varios lugares, como Brindleyplace en Birmingham y el James Brindley Mill en Leek. Su vida y obra han sido conmemoradas con estatuas y otros monumentos en distintas ciudades de Inglaterra.[4]