Jaime Antonio Gumercindo González Colson (Tubagua, 13 de enero de 1901 - Santo Domingo, 20 de noviembre de 1975) fue un pintor dominicano perteneciente al periodo de las vanguardias en el arte nacional. Se le considera uno de los primeros artistas del país en romper con la academia y sus normas establecidas, impulsando una renovación profunda en el lenguaje artístico dominicano.
Jaime Colson | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
1901 Puerto Plata (República Dominicana) | |
Fallecimiento |
1975 Santo Domingo (República Dominicana) | |
Causa de muerte | Cáncer de laringe | |
Nacionalidad | Dominicana | |
Familia | ||
Padres | Antonio González y Juana María Colson Tradwell | |
Cónyuge | Toyo Kurimoto (m. 1945–1975) | |
Familiares | Jayme Colson (tío) | |
Información profesional | ||
Área | Pintura, educación artística, poesía, dramaturgia | |
Movimientos | Modernismo, Cubismo, Surrealismo, Neohumanismo | |
Es reconocido como una de las figuras más importantes del siglo XX dentro de las vanguardias del arte dominicano y como un referente central del movimiento modernista en la pintura nacional. Junto con Darío Suro, dio inicio a una transformación decisiva en el arte dominicano.[1]
Sus viajes a España y Francia en las primeras décadas del siglo XX lo llevaron a experimentar con el cubismo, el surrealismo y otros estilos de vanguardia. En España entabló amistad con Maruja Mallo, Rafael Barradas y Salvador Dalí, y en París conoció a Pablo Picasso y Georges Braque, maestros del cubismo que influyeron notablemente en su estilo.[2] En 1934 se trasladó a México, donde enseñó arte y se relacionó con artistas como José Clemente Orozco y Diego Rivera.[3]
Posteriormente fue profesor en La Habana, donde enseñó su estilo denominado "cubismo neohumanista". Uno de sus alumnos fue el artista cubano Mario Carreño Morales.[4]
En mayo de 1938 realizó su primera exposición en la República Dominicana, en Santo Domingo, entonces llamada Ciudad Trujillo.[5] Años más tarde fue nombrado director de la Escuela Nacional de Bellas Artes (1950), cargo al que renunció menos de dos años después por desacuerdos con el régimen de Trujillo.[6]
Su obra se inició dentro de los cánones académicos, pero con el tiempo fue evolucionando y transitó por diferentes etapas estilísticas, desde el cubismo y el surrealismo hasta alcanzar su expresión más personal en el neohumanismo. es considerada fundamental en la evolución del arte caribeño. Entre sus obras más reconocidas figuran Merengue (1938) y la serie Figuras metafísicas (1930). También escribió poesía y obras teatrales.
Colson fue católico practicante y contrajo matrimonio con la artista japonesa Toyo Kurimoto en una ceremonia católica. Falleció de cáncer de garganta el 20 de noviembre de 1975. Muchas de sus obras se conservan en el Museo Bellapart de Santo Domingo.[7]
Nació en Tubagua, Puerto Plata, hijo de Antonio González, comerciante español, y Juana María Colson Tradwell, hija de inmigrantes angloamericanos de Boston.[8]
Animado por su madre, viajó a Barcelona en 1919, donde estudió en la Escuela de Bellas Artes con Cecilio Plá, Julio Romero de Torres y Pedro Carbonell. En 1920 se trasladó a Madrid para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde fue alumno de José Moreno Carbonero, Joaquín Sorolla y José Garnelo. Más tarde se instaló en París (1924–1934), donde conoció las obras de Pablo Picasso y Giorgio de Chirico, influencia visible en su pintura metafísica y surrealista.[9]
Durante su estancia en París atravesó dificultades económicas. En 1934 viajó a México por recomendación de Pedro Henríquez Ureña y Manuel Maples Arce, donde expuso su obra y se dedicó a la enseñanza y la ilustración. En 1938 regresó a la República Dominicana tras veinte años de ausencia y fue comisionado para pintar un retrato de Trujillo, que nunca concluyó.[10]
En 1950 fue nombrado director de la Escuela Nacional de Bellas Artes, cargo que abandonó dos años más tarde. Posteriormente ilustró Cibao de Tomás Hernández Franco y realizó un retrato célebre del autor.
En 1957 viajó a Caracas para exponer su obra, aunque por motivos políticos la muestra fue cancelada. Se trasladó entonces a Haití, dejando gran parte de su producción en manos del embajador dominicano Brea Messina, la mayoría de la cual se perdió.[11]
La obra de Colson combina el cubismo, el surrealismo, el simbolismo y el neoclasicismo en un lenguaje que él mismo denominó neohumanismo. Se percibe la influencia de De Chirico en su uso de la perspectiva, las atmósferas irreales y los temas mitológicos mediterráneos, así como de Sigmund Freud en sus pinturas de carácter onírico. Entre sus obras más emblemáticas destacan El conde Arnau, Baquiní y la ciguapa del Camú (1949) y Los héroes de la calle Espaillat (1962), dedicada a los estudiantes asesinados por la dictadura trujillista.[12]
Colson dedicó sus últimos años a la enseñanza y a la pintura mural. Falleció en Santo Domingo el 20 de noviembre de 1975, a causa de un edema pulmonar y cáncer de garganta. Su esposa fue la artista japonesa Toyo Yutaka Kurimoto.[13]