Jaime Cardona y Tur (Ibiza, 26 de febrero de 1838- Madrid, 3 de enero de 1923) fue un prelado español, conocido especialmente por su papel en la corte de Alfonso XIII.
Nació en el seno de una familia oriunda de Ibiza. Siguió la carrera eclesiástica, siguiendo sus estudios en el seminario de Ibiza.
Fue ordenado sacerdote en la desaparecida iglesia de Santa María de la Almudena en Madrid. Posteriormente fue nombrado rector de la iglesia del Buen Suceso, íntimamente ligada a la corte de España y, en lo espiritual, unida a la jurisdicción eclesiástica propia de esta organización, separada de la ordinaria.
Hacia 1892, la reina regente María Cristina de Austria quiso presentar a Jaime Cardona como obispo de Palencia. Sin embargo, en aquel momento se negociaba con el arzobispo de Toledo la reorganización de la jurisdicción palatina de la corte española que llevaba anexo el vicariato general castrense, cargos que desempeñaba ese prelado. Fruto de esta reorganización se planteó que el arzobispo tuviese un delegado en Madrid, con rango episcopal y que sirviese de ordinario de la corte y vicario general castrense. El arzobispo de Toledo expuso a la regente la falta de estudios académicos y experiencia pastoral suficiente de Jaime Cardona para obispo de Palencia, proponiéndole para ordinario palatino. Jaime contaba en su haber la experiencia de la corte como rector de la iglesia del Buen Suceso y como magistral de la Real Capilla.
Así, Jaime Cardona fue consagrado obispo titular de Sión en julio de 1892. Desde entonces fue el personaje eclesiástico de mayor relevancia de la corte de Alfonso XIII.
Murió en Madrid el 3 de enero de 1923. Su capilla ardiente se instaló en la casa rectoral de la iglesia del Buen Suceso.