María Jaqueline Marty Aboitiz (Valparaíso, 1944), más conocida por su seudónimo Jacqueline Balcells (el apellido de su esposo), es una escritora chilena de literatura infantil.[1]
Jacqueline Balcells | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | María Jaqueline Marty Aboitiz | |
Nacimiento |
15 de febrero de 1944 Valparaíso, Chile | |
Nacionalidad | Chilena | |
Lengua materna | Español | |
Familia | ||
Cónyuge | Ignacio Balcells Eyquem | |
Educación | ||
Educada en | Pontificia Universidad Católica de Chile | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escritora | |
Seudónimo | Jacqueline Balcells | |
Lengua literaria | Español y francés | |
Distinciones |
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Nació en Valparaíso de Chile en 1944. Cursó sus estudios en el colegio alianza francesa Santiago de Chile y los complementa en la Cruz Roja, para trabajar como arsenalera en el Hospital Militar. Posteriormente estudió periodismo en la Universidad Católica.
Se casó en 1966 con el arquitecto y poeta Ignacio Balcells —de quien tomó el apellido para su seudónimo— y se radicaron en Valparaíso.[2]
Desde 1982 a 1985 vivió en París, Francia, donde organizó la biblioteca de la embajada chilena, participó en seminarios de teología y fue catequista en la parroquia de Saint-Laurent. Además trabajó como traductora para la revista Poésie y realizó aportes para la revista Bateux.
Jacqueline Balcells empezó a escribir a los veinticuatro años (en 1968), ideando para sus hijos cuentos de hadas o duendes, pero solo los publicó cuando llegó a vivir a Francia en el año 1982. Aparecieron en la colección J’aime Lire de la editorial Orial Bayard Presse; entre ellas destaca el cuento «Le Raisin enchantée» («La pasa encantada»), que de acuerdo a las encuestas fue uno de los más leídos del año 1984.
Su primer libro publicado en Chile fue El niño que se fue en un árbol en 1986, volumen que contiene siete cuentos, entre ellos el citado en el párrafo anterior.
Luego publicó otros dos cuentarios: El archipiélago de las Puntuadas (1987) y La hacedora de claros y otros cuentos (1988); este último año salió también la novela El polizón de la Santa María.
A partir de 1987 comenzó a trabajar en conjunto con Ana María Güiraldes.
Varias de sus obras utilizan el formato de hipertexto, en el cual el lector debe tomar decisiones que conducen a diferentes finales. Es el caso de La rebelión de los robots que tiene cuatro finales diferentes, siendo uno de ellos el final feliz.
Algunas de sus obras se encuentran traducidas al inglés, francés, árabe e italiano, el libro más reconocido de la escritora fue «El niño que se fue en un árbol».
Su novela El polizón de la Santa María fue incluida en la Lista de Honor del IBBY en 1990, mientras que por el cuento «Leo contra Lea» de la colección J'aime Lire de Bayard Presse recibió el premio Bonnemine D'Or en 1992, que se entrega al cuento más popular entre los jóvenes lectores.[3]
Esta colección fue escrita con Güiraldes, ilustrada por Francisco Ramos Ramos Garrido y publicada por Zig-Zag.