La isquemia aguda de las extremidades se produce cuando hay una supresión repentina del flujo sanguíneo a una extremidad.[3] Los síntomas clásicos incluyen una extremidad pálida, dolorosa, entumecida, inmóvil, sin pulso y fría.[1] Aunque puede afectar a cualquier extremidad, lo más frecuente es que afecte a las piernas.[1] Entre las complicaciones posibles está el síndrome compartimental.[1]
Isquemia aguda de las extremidades | ||
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![]() Embolia aguda en la arteria femoral derecha que causa isquemia. | ||
Especialidad | Cirugía vascular | |
Síntomas | Miembro pálido, doloroso, entumecido, inmóvil, sin pulso y frío.[1] | |
Complicaciones | Síndrome compartimental[1] | |
Duración | De horas a días[2] | |
Tipos | Clase I, IIa, IIb, III[3] | |
Causas | Trombosis, embolia, disección, traumatismo[2] | |
Diagnóstico | Basándose en los síntomas, confirmado por Angiograma por TAC.[1] | |
Diagnóstico diferencial | Isquemia crónica de las extremidades[2] | |
Tratamiento | Cirugía, trombólisis[1] | |
Medicación | Heparina no fraccionada, tratamiento del dolor[1] | |
Frecuencia | de 15 a 22 por 100.000 al año[1][3] | |
Sinónimos | ||
Isquemia aguda de los miembros, oclusión arterial aguda | ||
La causa más común es una trombosis, a menudo en el contexto de una enfermedad arterial periférica (EAP).[1] Otras causas pueden ser una embolia, disección arterial o traumatismo.[2] Entre los factores de riesgo figuran el tabaquismo, la diabetes, la obesidad, el estilo de vida sedentario, antecedentes familiares, el nivel de colesterol alto y la hipertensión arterial.[1] El diagnóstico puede sospecharse a partir de los síntomas y se confirma mediante angiografía por TC.[1] La isquemia crónica que afecta las extremidades, por el contrario, se desarrolla más gradualmente y, aunque puede no haber pulso, los síntomas están presentes durante más de dos semanas.[4]
El tratamiento generalmente consiste en una cirugía inmediata, que puede incluir baipás vascular, endarterectomía o trombectomía.[1] La trombólisis dirigida por catéter puede ser otra opción.[1] Mientras se espera la cirugía, con frecuencia se administra heparina no fraccionada y tratamiento contra el dolor.[1] Si el tratamiento se retrasa, puede ser necesaria la amputación.[1] Aproximadamente el 15% de las personas mueren en el plazo de un año, a menudo debido a problemas de salud asociados.[2]
La isquemia aguda de las extremidades se presenta en aproximadamente 15 a 22 casos por cada 100.000 personas al año.[1][3] Los hombres y las mujeres se ven afectados con la misma frecuencia.[1] La edad típica de aparición es de 75 años.[1] La primera cirugía exitosa para tratar la isquemia aguda de las extremidades se realizó en 1911.[5] La palabra isquemia proviene del griego ischein, que significa "retener", y haima, que significa "sangre".
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., concretamente de esta versión del 17 de septiembre de 2025, publicada por sus editores bajo la Licencia de documentación libre de GNU y la Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.