Isabel Le Brun de Pinochet (San Felipe, Chile, 1845-Santiago, 25 de junio de 1930)[1][2] fue una educadora chilena que llevó la educación a las mujeres de su país.
Isabel Lebrun de Pinochet | ||
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![]() Isabel Le brun de Pinochet, circa 1895. | ||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Isabel Lebrun | |
Nacimiento |
1845 San Felipe, Chile | |
Fallecimiento |
25 de junio de 1930 (85 años) Santiago, Chile | |
Nacionalidad | chilena | |
Familia | ||
Padres |
Estanislao Le Brun Francisca Reyes | |
Cónyuge | Marcos Fidel Pinochet Espinosa | |
Hijos | Tancredo Pinochet LeBrun | |
Información profesional | ||
Ocupación | profesora | |
Años activa | hasta años 1870 | |
Fue hija del militar francés Estanislao Le Brun y Francisca Reyes, educadora de San Felipe.[3][4]
Contrajo matrimonio con Marcos Fidel Pinochet Espinosa. Sus hijos fueron Tancredo Pinochet LeBrun, quien fue un intelectual de Chile,[5] y Fidel Pinochet LeBrun.
En su época, la educación secundaria era limitada y solo disponible a través de escuelas religiosas. Le Brun abrió en Santiago en 1875 una escuela secundaria privada,[6] el Liceo Recoleta,[7] que fue conocida más tarde como Liceo Isabel Le Brun de Pinochet.[8][9] Esto pavimentó el camino para los establecimientos educacionales estatales para ambos sexos, siendo una de las primeras instituciones que le entregaba a las mujeres el mismo tipo de educación que a los hombres.[10][7]
Ella no solo impartía educación primaria, sino también secundaria. Esto implicó que al final del segundo año de funcionamiento del colegio, el 1 de diciembre de 1876, decidió enviar al Consejo de Admisión de la Universidad de Chile la nominación de una comisión que validara los exámenes de las alumnas de su institución,[11] lo que significó abrir las puertas de la universidad a las mujeres.[12] En esa solicitud señalaba tres situaciones: la no existencia «de alguna disposición universitaria que reglamente los exámenes de las señoritas que aspiren a garantizar con certificados legales sus aptitudes para optar a grados superiores» ni de un “plan de estudios para señoritas”, pero también Le Brun apelaba a los padres de sus estudiantes que expresaban su inquietud al no poder sus hijas aspirar a estudios universitarios a pesar de sus avances educacionales.[13]
Debido a su presión y gestiones, logró en 1877 una autorización del ministro de Educación Miguel Luis Amunátegui[14] -el decreto Amunátegui- y así se logró que la educación superior quedaba al alcance de las mujeres chilenas.[12]
En abril de 1946 se inauguró el "Monumento a las educadoras",[3] dedicado a ella y Antonia Tarragó, obra realizada por el escultor Samuel Román,[15] ubicada en el bandejón central de la Alameda,[16] frente a calle Dieciocho.[17]