El intento de asesinato de Miguel Uribe Turbay fue un atentado político perpetrado el 7 de junio de 2025 en la localidad de Fontibón, Bogotá, Colombia, durante una actividad electoral en la que participaba el político. El ataque fue ejecutado con arma de fuego, dejando al senador y precandidato presidencial gravemente herido.[2]
Intento de asesinato de Miguel Uribe Turbay | ||
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![]() Miguel Uribe en una manifestación pública callejera en 2019, similar a la de los hechos. | ||
Lugar |
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Blanco | Miguel Uribe Turbay | |
Fecha |
7 de junio de 2025 17:25 (ET) | |
Tipo de ataque | Intento de magnicidio con arma de fuego | |
Arma | Glock «Safe Action» Pistol 9 mm[1] | |
Heridos |
2 (incluido el mismo Miguel Uribe y el perpetrador) | |
Miguel Uribe Turbay es un senador colombiano que, para el momento del atentado, aspiraba a ser electo como precandidato a la presidencia de la República, en representación del partido Centro Democrático, rumbo a las elecciones de 2026, compitiendo con otros cuatro precandidatos de su partido.[3]
En el momento del ataque, Uribe realizaba actividades proselitistas en el barrio Modelia de Bogotá. Había sido invitado por el Edil de la localidad de Fontibón, Víctor Mosquera, perteneciente a su partido y quien había organizado el recorrido; también era acompañado por el concejal Andrés Barrios, igualmente de su colectividad política; a su vez los tres líderes eran acompañados por miembros de sus equipos políticos, sus escoltas y miembros de la policía local. El grupo había recorrido varios locales comerciales en la zona donde habían repartido panfletos y conversado con los comerciantes. Se detuvieron en el parque El Golfito donde instalaron una tarima improvisada con cajas plásticas para dirigirse a la audiencia.[4][5] Dentro de los temas que Uribe proponía a los ciudadanos estaba el de la flexibilización del porte de armas de fuego y el de política pública de discapacidad.[6]
El hecho ocurrió en el parque El Golfito, en el barrio Modelia. El atacante, un menor de 14 años, se aproximó al lugar como pasajero en una motocicleta,[7][8] descendió del vehículo y disparó en al menos seis ocasiones contra Uribe, alcanzándolo en la cabeza, el cuello y la pierna.[9][10] En el crimen habrían participado al menos cinco personas más realizando labores de vigilancia usando dos motocicletas previamente y un vehículo Chevrolet Spark de color gris.[11] El atacante estuvo presente en el parque unas 4 horas antes del ataque, llegó en motocicleta vestido con un saco gris y una gorra roja y a través de un celular que poseía pidió una transferencia por el sistema Nequi.[12] Conversó sin el casco en una de las esquinas del parque con el conductor de la motocicleta. Luego, caminó al interior del barrio Modelia, para regresar al parque ya vestido con las ropas con las que fue detenido. Otras dos personas descendieron del mismo vehículo y estuvieron en la zona de la concentración cuando ocurrieron los disparos.[13]
Uribe fue trasladado en estado crítico a la Clínica Medicentro Familiar de Fontibón[14] y posteriormente remitido a la Clínica Fundación Santa Fe de Bogotá, donde fue sometido a un procedimiento neuroquirúrgico y vascular.[15] Según el parte médico emitido el 8 de junio, el paciente había salido de cirugía, pero su estado seguía siendo reservado.[16]
El agresor fue capturado en el lugar tras un intercambio de disparos con el equipo de seguridad del senador y agentes de la Policía Nacional. Resultó herido en un pie y fue trasladado a un centro médico bajo custodia policial.[17] El adolescente que disparó vive con sus tíos en el conjunto habitacional de Villa de Alcalá, localidad de Engativá de la capital, Bogotá. Es huérfano de madre y su padre vive en Polonia.
El 16 de junio fue sometido a otra cirugía de urgencia por un sangrado intracerebral agudo.[18]
La Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional de Colombia iniciaron una investigación sobre el caso. La autoría intelectual apunta a una red de sicarios.[19] En un video mostrado en redes sobre la detención del menor se muestra que ya estando reducido por el equipo de Uribe y la policía grita «fue el man de la olla, yo digo quién fue, déjenme darle los números».[19] En Colombia una «olla» se refiere a un punto ilegal de venta de droga, por lo cual se infiere que una persona cercana al barrio donde reside puede ser el punto de contacto en una de las dos «ollas» que hay en esa zona. De igual manera, se tiene identificada la procedencia del arma, una Glock 9 milímetros comprada legalmente en Arizona, en los Estados Unidos en 2020. La investigación ha revisado unos 1 000 videos y ha entrevistado a 23 personas. Entre ellas, una mujer que aparece dialogando con el atacante previo a los disparos, misma que declaró a la policía voluntariamente y sin estar relacionada con los hechos.[19]
El celular del atacante fue recuperado días después, mismo del que la fiscalía extrajo pistas del ataque como chats, fotografías y contactos de las personas relacionados al ataque. La residencia del atacante fue allanada, misma de la que se recuperaron pistas como cuadernos y otras pruebas. Adicionalmente la defensa de Uribe Turbay dio una serie adicional de materiales con valor probatorio que pueden servir como pistas a la fiscalía.[11]
La motivación de la autoría material fue un pago monetario, declarado tanto por el propio atacante como por su tío.[20] La cifra pactada por los autores materiales fue de 20 millones de pesos colombianos, unos 4800 dólares estadounidenses, misma que se pagaría vía transferencia luego de cometido el ataque.[12]
La fiscalía General de Colombia catalogó el hecho como un atentado político por la condición del parlamentario como senador en ejercicio y conocido miembro de la oposición política y precandidato a la presidencia de Colombia.[21][22][23]
El atentado generó múltiples reacciones a nivel nacional e internacional. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, manifestó su solidaridad con la familia Uribe Turbay a través de un mensaje publicado en la red social X. En su declaración, también aludió al asesinato de la periodista Diana Turbay, madre del político, ocurrido en 1991.[24]
Líderes y autoridades de otros países, como los presidentes de Chile, Gabriel Boric, y de Ecuador, Daniel Noboa;[25] y la dirigente venezolana María Corina Machado,[26] expresaron su condena al atentado. Desde Estados Unidos, el secretario de Estado Marco Rubio instó al gobierno colombiano a moderar su discurso político y reforzar la seguridad de sus funcionarios.[27] La congresista María Elvira Salazar pidió que los responsables del ataque sean procesados judicialmente.[28]
El 15 de junio de 2025, en Bogotá y otras ciudades del país se realizó la Marcha del silencio rechazando el intento de asesinato y el recrudecimiento de la violencia en el país.[29]