La iglesia de los Santos Juanes de Bilbao (Vizcaya, País Vasco, España) es una iglesia parroquial construida en estilo barroco clasicista en el siglo XVII. Hasta el siglo XVIII fue la iglesia del Colegio de San Andrés, regido por los jesuitas. Se sitúa en la confluencia de las calles Ronda y Cruz, en pleno Casco Viejo bilbaíno.
Iglesia de los Santos Juanes | ||
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Monumento Histórico-Artístico (17 de julio de 1984) | ||
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Localización | ||
País |
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División |
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Subdivisión |
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Localidad | Bilbao | |
Coordenadas | 43°15′28″N 2°55′20″O / 43.257777777778, -2.9222222222222 | |
Información religiosa | ||
Culto | Iglesia católica | |
Diócesis | Diócesis de Bilbao | |
Orden | Clero secular | |
Advocación | San Juan Evangelista y San Juan Bautista | |
Historia del edificio | ||
Fundación | 1622 | |
Construcción | 1622-siglo XVII | |
Arquitecto | Padre Ramírez (traza), Manuel Ceballos y Mateo del Río (crucero y cabecera) y Francisco de Elorriaga (cubiertas, bóvedas y cúpula) | |
Datos arquitectónicos | ||
Tipo | Iglesia | |
Estilo | Barroco | |
Planta del edificio | ||
Planta de la iglesia | ||
Mapa de localización | ||
El emplazamiento original no es el que tiene actualmente. Inicialmente era un pequeña iglesia en Atxuri, que se levantó a principios del siglo XVII frente a un hospital, para sepultar a los enfermos que fallecieran (ya que en aquellos tiempos se enterraba en los aledaños de las iglesias).[1]
Los jesuitas, merced a una donación de Domingo de la Gorgolla, promovieron su construcción. En 1622 se iniciaron las obras de la iglesia según planos elaborados por el jesuita Padre Ramírez y veinte años después se terminaba la parte zaguera, dividida en tres tramos, con exclusión del crucero. Tras una interrupción de tres décadas, las obras se reanudaron en 1672 con el acometimiento del crucero y la cabecera por los canteros montañeses Manuel Ceballos y Mateo del Río. Tres años más tarde el albañil Francisco de Elorriaga empezó a trabajar en las cubiertas, bóvedas y cúpula.
La expulsión de los jesuitas en 1767 puso en manos del Ayuntamiento de Bilbao las instalaciones del Colegio de San Andrés, ubicado en el Portal de Zamudio. La residencia con su claustro se destinó a funciones asistenciales, y a la iglesia se trasladó en 1769, desde el barrio de Ibeni, la parroquia histórica de los Santos Juanes (San Juan Bautista y San Juan Evangelista), sede de la Cofradía de la Vera Cruz.
Perfectamente restaurada tras la catastrófica inundación de 1983, la iglesia se revela como un notable templo de estilo barroco de la fase clasicista.
Los méritos artísticos del edificio comienzan en la propia fachada, formulada en tres calles, a inspiración seguramente de la de la iglesia romana del Gesù, iglesia madre de la Compañía de Jesús, construida por Giacomo della Porta casi un siglo antes. La calle central, doble de ancha que de alta, se enlaza con las laterales mediante aletones cóncavos. Todo el nivel bajo central está ocupado por solemne acceso con paso de medio punto entre dos pares de columnas toscanas no exentas que sostienen un entablamiento de friso de triglifos y metopas, más frontón triangular cargado de cinco pináculos de dado y bola. El cuerpo superior combina una ventana adintelada con frontón semicircular y dos escudos: el original, del financiador del edificio Domingo de Gorgolla, y el de los Borbones. El remate general repite las formas del frontón del acceso.
Los laterales son muy sencillos, con dos ventanas adinteladas superpuestas para los tramos posteriores de las capillas bajas y las tribunas. En los extremos lucen unos pináculos piramidales. Los fodos de luz más importantes son las ventanas semicirculares con dos parteluces que se abren en el lado meridional del crucero y por encima de las tribunas. La cara norte del templo es ciega al llevar adosado por ese lado el claustro de San Andrés, antigua dependencia colegial hoy desvinculado de la iglesia, ya que desde 1921 forma parte del Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco.
Una reforma de 1693 modificó el planteamiento original del edificio de nave única con la comunicación de las capillas bajas, derribando los muros que las separaban y creando dos naves laterales. De nuevo, la inspiración en el Gesù, esta vez en la parte estructural diseñada por Jacopo Vignola, salta a la vista. Lo que no se alteró fue la peculiar formulación de la tribuna adintelada asomada a la iglesia por encima de las capillas, enlanzando el coro con el crucero, donde se convierte en una balconada, y la cabecera. La planta resultante es rectangular, con la cruz que forman la nave y el corto transepto (cuya profundidad no supera la de las capillas laterales) inscrita en el mismo.
Los Santos Juanes se cubre con bóveda de cañón con lunetos con decoración de diedros y otras figuras geométricas en los cascos, y con la cúpula sumamente rebajada y enriquecida con escamas radiales sobre el crucero. Apenas abarrocan esta fórmula algunos anagramas y los casetones de los arcos estructurales que ayudan a generar las pechinas sobre las que se asienta la cornisa base de la cúpula. En las pechinas cuelgan cuatro óleos del siglo XVII con representación de santos jesuitas: San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, San Francisco de Borja y San Luis Gonzaga.
Rico es el mobiliario de la iglesia, distribuido en una serie de retablos barrocos de dimensiones medianas y acabado semicircular que presiden las capillas devocionales emplazadas en las naves laterales, amén de la Capilla Mayor, que contiene un gran retablo churrigueresco. El conjunto es bastante homogéneo en cuanto a proporciones y estilo. Comenzando por el lado de la izquierda o septentrional, tenemos:
A los pies del templo, en piso elevado, se dispone el coro que acoge el órgano, un instrumento de la casa alemana Walker fabricado en 1885.