En la mitología griega, Icnea (en griego clásico: Ἰχναία, esto es, la «que persigue o rastrea») es un epíteto de una diosa, ora Temis, ora Némesis. Este epíteto se deriva de Icnas en Tesalia, donde se daba culto a la diosa. Su nombre, 'la que rastrea' (a aquellos que trasgreden las leyes), es propio de una divinidad de la justicia, y el topónimo derivaría del epíteto.[1] En una fuente se nos dice que Icnea era hija de Helios.[2]
«Durante nueve días y nueve noches estuvo Leto traspasada por indecibles dolores de parto. En la isla [Delos] se hallaban todas las diosas, las más nobles: Dione, Rea, Temis, Icnea y la muy rumorosa Anfitrite, así como las demás inmortales, salvo Hera de níveos brazos, pues se hallaba sentada en los palacios de Zeus amontonador de nubes».[3]
«Estos sitios pertenecen a Tesaliótide, una de las cuatro partes de toda Tesalia, a la que también pertenecían no solo las tierras que estaban bajo el dominio de Eurípilo, sino también Filo, donde está el templo de Apolo Filio, e lcnas, donde se venera a Temis Icnea».[4]