Huaca Prieta es un sitio arqueológico situado a 5 km al norte de la desembocadura del río Chicama, en la caleta El Brujo, provincia de Ascope, departamento de La Libertad, Perú. Fue descubierto por un equipo de arqueólogos encabezados por Junius Bird en la década de 1940.
Huaca Prieta | ||
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Patrimonio Cultural de la Nación | ||
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Ubicación | ||
Continente | América del Sur | |
Cordillera | Andes | |
Valle | Valle de Chicama | |
País |
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División |
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Municipio | Provincia de Ascope | |
Localidad | Distrito de Magdalena de Cao | |
Coordenadas | 7°55′26″S 79°18′25″O / -7.92402, -79.306955 | |
Historia | ||
Tipo | Asentamiento precerámico | |
Uso original | Habitacional y ceremonial | |
Época | Precerámico andino | |
Cultura | Precerámica andina | |
Construcción | ca. 15 000–2500 a. C.[nota 1] | |
Descubrimiento y hallazgos | ||
Excavaciones | 1946–1947, 2017 | |
Arqueólogos | Junius Bird, Tom Dillehay | |
Mapa de localización | ||
Ubicación en Perú | ||
Ubicación en La Libertad | ||
El sitio forma parte del complejo arqueológico El Brujo, junto a Huaca Cao Viejo y Huaca Cortada. Su importancia radica en ser uno de los asentamientos más antiguos de la costa peruana, con evidencias de ocupación humana desde el período paleoindio hasta el período precerámico.
Huaca Prieta se ubica en la margen norte del Valle de Chicama, en un entorno árido de la costa norte del Perú, cercano a ecosistemas marinos altamente productivos. La combinación de ambos ambientes facilitó el desarrollo de estrategias económicas mixtas desde tiempos tempranos.[1]
El arqueólogo estadounidense Junius Bird excavó Huaca Prieta entre 1946 y 1947. El nombre del sitio proviene de la coloración oscura del terreno, producto de acumulaciones de ceniza y desechos orgánicos.
En 2017 se publicaron resultados de excavaciones dirigidas por Tom Dillehay, que profundizaron en los estratos inferiores y hallaron evidencias culturales datadas entre 15 000 y 8 000 años antes del presente (AP).[1]
Huaca Prieta fue el primer sitio peruano sometido a la novedosa técnica del carbono-14, estableciendo dataciones hacia 2500 a. C. en sus estratos superiores. Este hallazgo revolucionó la arqueología del Perú, al tratarse en ese momento de los restos más antiguos conocidos del Periodo Arcaico Andino.[2]
Actualmente, la ocupación de Huaca Prieta se reconoce desde el Pleistoceno tardío (ca. 15 000 años AP) hasta el Precerámico tardío (ca. 2500 a. C.).[1]
El sitio está conformado por un montículo de viviendas semi-subterráneas de planta cuadrada u ovalada, con entradas angostas y escalones de acceso. Fueron construidas con cantos rodados del río Chicama y mezclas de barro y desechos orgánicos. El área estuvo rodeada de acumulaciones de basura doméstica, lo que refuerza la apariencia oscura del terreno.
Entre los hallazgos más notables destacan fragmentos textiles de algodón domesticado (Gossypium barbadense), datados en 7 800 años AP, considerados de los más antiguos del mundo.[3] Algunos presentan restos de índigo, constituyendo la evidencia más temprana del uso de este colorante natural a nivel global.
Los textiles fueron elaborados con técnicas pre-telar como el entrelazado y el anillado, con iconografía zoomorfa: cóndores y serpientes bicéfalas.
Se hallaron instrumentos de pesca (anzuelos de hueso, redes de algodón con pesas de piedra y flotadores de mate), además de herramientas líticas. Destaca un mate pirograbado con un rostro felinizado, comparado por Edward Lanning con motivos de la cultura Valdivia (Ecuador), lo que sugiere contactos tempranos entre ambas regiones.
Se encontraron 33 entierros en posición flexionada, fechados hacia 2200 a. C., cubiertos con esteras vegetales.
La dieta incluía pallar, frijol, calabaza, zapallo, achira, ají y yuca, además de recursos marinos como peces, moluscos, crustáceos y lobos marinos. También se aprovecharon ballenas varadas.
Durante el Precerámico, la economía combinaba la pesca, la recolección marina y la agricultura incipiente. La textilería emergió como una innovación clave. En el Paleoindio, las estrategias fueron diversas y adaptativas, aprovechando tanto ambientes marinos como terrestres, lo que permitió asentamientos prolongados en la costa norte.[1]