Howard Beale es un personaje ficticio de la película Network de 1976 y uno de los personajes centrales en ella.[1] Es interpretado por Peter Finch, quien ganó un Óscar póstumo por su papel.[2]
Howard Beale | ||
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Personaje de Network | ||
![]() Peter Finch, intérprete original del personaje. | ||
Primera aparición | Network (1976) | |
Creado por |
Paddy Chayefsky Sidney Lumet | |
Interpretado por |
Peter Finch Bryan Cranston | |
Información personal | ||
Nacionalidad | Estadounidense | |
Características físicas | ||
Sexo | masculino | |
Familia y relaciones | ||
Cónyuge | Sra. Beale (1937-1970) | |
Información profesional | ||
Ocupación | Presentador de noticias | |
Beale, presentador del UBS Evening News, lucha por aceptar las consecuencias de los problemas sociales y la depravación existentes en el mundo. Sus productores lo explotan para conseguir altos índices de audiencia y evitan brindarle la asistencia psiquiátrica que algunos, especialmente el presidente de la división de noticias y su mejor amigo, Max Schumacher (William Holden), creen que necesita.
Beale, un presentador veterano y respetado que comenzó su carrera en UBS en 1950, vio como sus índices de audiencia comenzaban a decaer lenta pero constantemente en 1969. En 1970, falleció su esposa y se sintió solo, lo que lo llevó a beber en exceso. En septiembre de 1975, la cadena UBS decidió despedirlo, lo que lo llevó a beber todavía más, ya que sentía que no le quedaba nada en el mundo. La carrera de Beale como el "Mad Prophet of the Airwaves" (Profeta Loco de las Ondas) se desencadenó con su oferta medio en broma, tras recibir un preaviso de dos semanas, de suicidarse en televisión nacional. Posteriormente, se disculpa con sus espectadores, diciéndoles que se le acabaron las tonterías. Los espectadores responden positivamente y la productora de la cadena, Diana Christensen (Faye Dunaway), quiere que sea un presentador de noticias con el personaje de un "hombre enfadado". Schumacher cree que Christensen se está aprovechando de su amigo, pero Beale acepta con gusto el papel de enfadado. Sus diatribas malhabladas presentan una visión sombría de Estados Unidos como una nación en decadencia, al hablar de la "depresión" (es decir, la recesión causada por la crisis petrolera árabe de 1973-1974), la OPEP, el aumento de la delincuencia, el colapso de los valores tradicionales y otros problemas contemporáneos. Beale cree que sus diatribas son guiadas por una voz interior que le habla de tener una conexión mística con algún tipo de poder sobrenatural superior, pero Schumacher cree que se está volviendo loco. Sin embargo, animados por Christensen, los ejecutivos de UBS deciden que sus desquiciados discursos sobre el estado del mundo, especialmente cuando grita repetidamente "¡Estoy trastornado como el infierno, y no voy a soportarlo más!", revitalizarán los índices de audiencia de la cadena, que atraviesa dificultades. Le dan su propio programa donde puede decir lo que quiera, y el carnavalesco programa se convierte en el número uno en Estados Unidos. Beale vocifera sobre cualquier tema del momento que lo inquiete hasta desmayarse. En un momento dado, despotrica sobre cómo la televisión es una "ilusión" que difunde fantasías inalcanzables.
Para desgracia de la cadena, expone los vínculos entre CCA, la corporación propietaria de la cadena, e intereses comerciales en Arabia Saudita. En una época en la que Arabia Saudita era impopular en Estados Unidos debido al boicot petrolero árabe de 1973-1974, Beale acusa a la Casa de Saúd de estar comprando Estados Unidos y exige a su audiencia y exige a su audiencia que envíe telegramas a la Casa Blanca para evitar que Estados Unidos sea comprado por los saudíes. Arthur Jensen (Ned Beatty), presidente y principal accionista de CCA, le explica con fervor a Beale se creencia de que el dinero es el único dios verdadero, tras lo cual Beale da un giro radical a su mensaje: antes, decía a la gente que sus vidas tenían valor y sentido, pero tras su encuentro con Jensen, dice lo contrario. Beale les dice a sus espectadores que los estadounidenses se están degenerando en "humanoides" carentes de intelecto y sentimientos, afirmando que, siendo la nación más rica, Estados Unidos es la que más ha avanzado en este proceso de degeneración que, según él, será el destino final de toda la humanidad. Sus índices de audiencia bajan, pero Jensen le ordena que siga en antena; los ejecutivos de la cadena ordenan su asesinato. La película concluye con su asesinato en televisión nacional. Una voz en off lo proclama "el primer caso conocido de un hombre que fue asesinado porque tenía malos índices de audiencia".
En la adaptación teatral de 2017, el papel de Beale lo interpreta Bryan Cranston en la producción del Teatro Nacional de Londres. Posteriormente, la obra se trasladó a Broadway en Nueva York. El espectáculo tuvo una excelente acogida de la crítica. La actuación de Cranston, en particular, recibió elogios universales y le valió varios premios.[3]
La imagen de Beale con un impermeable caqui y el pelo mojado pegado a la cabeza, de pie en medio de su noticiero diciendo: "¡Estoy trastornado como el infierno, y no voy a soportarlo más!", suele considerarse una de las más icónicas de la historia del cine, y la frase mencionada ocupó el puesto número 19 en la lista de las 100 mejores frases del cine del American Film Institute de 2005.[4]
Su personaje ha sido descrito como "congruente con la definición estándar de profeta bíblico".[5]
Los intérpretes del personaje han sido nominados y ganadores de varios premios, tanto en la industria del cine como del teatro por sus trabajos.
Año | Premio | Categoría | Receptor | Resultado |
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1976 | Premios Óscar | Mejor actor | Peter Finch | Ganador |
1976 | Premios Globo de Oro | Mejor actor - Drama | Ganador | |
1977 | Premios BAFTA | Mejor actor | Ganador | |
2019 | Premios Tony | Mejor actor en una obra | Bryan Cranston | Ganador |
2019 | Premio Laurence Olivier | Mejor actor | Ganador |