Un horizonte de suelo es una capa dentro del suelo. Es una capa paralela a la superficie del suelo cuyas características físicas, químicas y biológicas difieren de las capas superiores e inferiores. Los horizontes se definen en muchos casos por características físicas obvias, principalmente color y textura. Estos pueden describirse tanto en términos absolutos (distribución del tamaño de las partículas para la textura, por ejemplo) como en términos relativos al material circundante, es decir, "más gruesos" o "más arenosos" que los horizontes superior e inferior.
Los horizontes identificados en un perfil de suelo se representan mediante símbolos, que en general siguen una estructura jerárquica. Los horizontes maestros (o principales) se designan con letras mayúsculas, mientras que sufijos —letras minúsculas o cifras— permiten distinguir subdivisiones o características específicas de esos horizontes. Existen numerosos sistemas de notación de horizontes en todo el mundo. Ninguno es universalmente “más correcto”, pues como convenciones artificiales su valor radica en describir rigurosamente las condiciones locales de modo consistente. Dado que cada sistema define los símbolos de horizonte de manera distinta, no deben mezclarse entre sí.[1]
En la mayoría de los sistemas de clasificación de suelos, se utilizan horizontes para definir los tipos de suelo. El sistema alemán utiliza secuencias completas de horizontes para la definición.[2] Otros sistemas seleccionan ciertos horizontes, los "horizontes de diagnóstico", para la definición; ejemplos son la Base de referencia mundial para los recursos del suelo (WRB),[3]la taxonomía de suelos del USDA[4]y la Clasificación de suelos de Australia.[5] Los horizontes de diagnóstico suelen estar indicados con nombres, por ejemplo, "horizonte cámbico" o "horizonte espódico". La WRB enumera 40 horizontes de diagnóstico. Además de estos horizontes de diagnóstico, es posible que se necesiten otras características del suelo para definir un tipo de suelo. Algunos suelos no tienen un desarrollo claro de horizontes.
Un horizonte de suelo es el resultado de procesos de formación del suelo (pedogénesis).[6]Las capas que no han pasado por tales procesos pueden denominarse simplemente "capas".
Entre los diferentes tipos de horizontes, el horizonte A constituye el primer horizonte en formarse durante el desarrollo del suelo y está presente en prácticamente todo el mundo; en él ocurren procesos fundamentales que determinan la calidad productiva y ambiental del suelo, siendo principalmente el lugar donde se acumula la mayor cantidad de materia orgánica, componente clave para la fertilidad del suelo.[7]