La historia de los mexicoestadounidenses, residentes estadounidenses de ascendencia mexicana, comienza en gran parte a partir de la cesión mexicana después del Tratado de Guadalupe Hidalgo de 1848 que dio fín a la guerra norteamericana. Los casi 80 000 ciudadanos mexicanos residentes en California, Nevada, Utah, Arizona, Colorado y Nuevo México se convirtieron en ciudadanos estadounidenses.[1][2] Durante la década de 1910, la migración masiva aumentó la población mexicana en Estados Unidos, debido al gran número de personas que huyó de la devastación económica y la violencia producidas en el marco de la revolución.[3][4] Hasta mediados del siglo XX, la mayoría de los mexicoestadounidenses vivía a unos pocos cientos de millas de la frontera, aunque algunos se asentaron a lo largo de las líneas ferroviarias desde el suroeste hasta el medio oeste.[5]
En la segunda mitad del siglo XX, los mexicoestadounidenses se difundieron por todo Estados Unidos, especialmente en el Medio Oeste y el Sudeste,[6][7] aunque los centros de población más grandes de los grupos permanecen en California y Texas.[8] Durante este período, muchos mexicano-estadounidenses desarrollaron acciones por el derecho al voto, la equidad educativa y laboral, la igualdad étnica y el avance económico y social.[9] Sin embargo, al mismo tiempo, otros grupos de mexicoestadounidenses lucharon por consolidar y conservar la identidad de su comunidad.
En las décadas de 1960 y 1970, las organizaciones de estudiantes en el Movimiento chicano desarrollaron ideologías de nacionalismo propio, destacando la discriminación estadounidense contra los mexicoestadounidenses y enfatizando los fracasos generales de una sociedad culturalmente pluralista.[10] Identificándose con los conceptos de La Raza, los activistas chicanos buscaron afirmar el carácter distintivo racial y el estatus de clase trabajadora de los mexicoestadounidenses, crear un movimiento pro-barrio y afirmar que "el marrón es hermoso" ("Brown is beautiful").[10] Con su incitación tanto en contra de la asimilación étnica como del maltrato de los trabajadores de bajos salarios, el Movimiento Chicano fue la primera movilización a gran escala del activismo mexicoamericano en la historia de Estados Unidos.[11]