La hidradenitis supurativa o hidrosadenitis supurativa (HS) es una enfermedad de la piel que presenta múltiples abscesos en axilas, debajo de las mamas, en las ingles o región perianal.
Hidradenitis supurativa | ||
---|---|---|
![]() Caso de Hidradenitis supurativa tipo II | ||
Especialidad | dermatología | |
Síntomas | Lesiones en la piel | |
Inicio habitual | Adultez temprana | |
Tipos | Tipo I, II, III | |
Causas | Desconocidas | |
Tratamiento | Desinfección del área dañada, cirugía | |
Medicación | Antibióticos, Inmunosupresores | |
Frecuencia | 1-4% (incluyendo casos leves) | |
Tasa de letalidad | Baja | |
Esta enfermedad fue descrita en 1839 por el médico francés Alfred Velpeau.[1][2]
Autor | Año | Descubrimientos |
---|---|---|
Velpeau | 1839 | Primera descripción de la hidratenitis supurativa |
Verneuil | 1854 | "Hidrosadénite phlegmoneuse" |
Pillsbury | 1956 | Acne triad (hidradenitis suppurativa, perifolliculitis capitis abscendens et suffodiens, acne congoblata) |
Plewig & Kligman | 1975 | Acne tetrad (acne triad + pilonidal sinus) |
Plewig & Steger | 1989 | Acné inversa |
Se ha descrito susceptibilidad genética, tabaquismo, obesidad, fricción, una respuesta inmunitaria alterada y anomalías hormonales, entre otros.
Existen indicadores que orientan a una cierta base hereditaria entre ciertos grupos étnicos y otros que apoyan una base probablemente autoinmune.[3] Los cultivos de material de muestras para estudios bacteriológicos arrojan frecuentemente resultados negativos[4]
La mayoría de los casos se diagnostican en el estadio II de la Clasificación de Hurley, lo que evidencia el retraso habitual en su diagnóstico. Solo cerca de 1% de los pacientes progresan al estadio III.[4]
Cuando la lesión no responde al tratamiento clínico y se cronifica, puede ocasionalmente evolucionar a la malignización, generando un cáncer de piel.[5]
En esencia, se trata de un proceso inflamatorio crónico del epitelio folicular, caracterizado por la presencia de lesiones supurativas con distribución simétrica, cuya localización predominante es a nivel de las axilas, surco submamario (zonas bajo las mamas) e ingles. Las lesiones son recurrentes y se acompañan de dolor profundo e intenso. En definitiva, se trata de grupos de abscesos o "infecciones" tipo forúnculos subcutáneos (aunque algunas veces incluso están libres de bacterias). La enfermedad no es contagiosa.
El diagnóstico es exclusivamente clínico y se basa en tres características:[6]
Esta enfermedad no tiene actualmente curación, aunque sí tratamiento. En primera instancia, se utilizan antibióticos del grupo de las tetraciclinas (Doxiciclina, Minociclina) y lincosamidas (Clindamicina), además de Ozenoxacino. En los casos más graves (estadio II en adelante) se encuentra actualmente el uso de diversos medicamentos biológicos, como adalimumab, secukinumab y bimekizumab, que se utilizan también para tratar otras enfermedades de la piel.[7] Los drenajes de los abcesos suelen ser de gran ayuda para calmar la inflamación y el dolor de los pacientes.