Hermerio Adson fue un benedictino nacido a principios del siglo X en las montañas del Jura, en las inmediaciones de Condat (Saint-Claude), y fallecido en el año 992.
Hermerio, hijo de una familia noble, estudió en el monasterio de Luxeuil, que poseía ya una escuela célebre dirigida por los benedictinos.
Hermerio rápidamente se distinguió por su celo en cumplir sus deberes y tomó el hábito en el citado monasterio, en el cual llegó a ser abad.
Hermerio adquirió tal reputación que muchos obispos le encargaron organizar escuelas en sus diócesis y fue muchas veces consultado por varios reyes.
Hermerio murió en el año 992 en un viaje que había emprendido para visitar los Santos Lugares con Hilduino, conde de Arcy en Champaña.