La hermandad de las Villas de la Marina de Castilla con Vitoria o simplemente hermandad de las Marismas era una federación de los principales puertos del mar Cantábrico que conformó un poder naval de primer orden al servicio de la Corona de Castilla, manteniendo autonomía en sus relaciones comerciales internacionales y, en algunos casos, llegando a enfrentamientos bélicos con franceses e ingleses.
El 4 de mayo[cita requerida] de 1296 las villas de las costas cántabra y vascas forman, para defender sus intereses comunes, la hermandad de la Marina de Castilla con Vitoria,[1] que sería conocida como Hermandad de las Marismas. La formaron inicialmente Santander, Laredo, Castro-Urdiales, Bermeo, Guetaria, San Sebastián, Fuenterrabía y Vitoria.[2] En 1297 se les une San Vicente de la Barquera, que también constituyó la Hermandad de las Cuatro Villas junto a los otros tres principales puertos montañeses de la época. La sede central se establece en Castro-Urdiales.
La finalidad de la hermandad es organizarse para defender sus intereses y derechos frente al rey, para así conservar los derechos y exenciones que habían ganado por su participación en la Reconquista de Andalucía.
Además es una herramienta para evitar conflictos entre los puertos cantábricos en sus relaciones comerciales con el Reino de Francia, el Reino de Inglaterra y Flandes. Los principales puntos para conseguirlo son:
Viene a ser una organización similar a la famosa Liga Hanseática.
Los enfrentamientos entre los navíos de la Hermandad y los ingleses de Bayona son continuos.
Después de dos siglos de historia, la hermandad desaparece con el advenimiento de los Reyes Católicos por la creación del Consulado de Burgos en 1494, en el que resigna sus poderes la Junta de Castro-Urdiales.
La última señal de su existencia es cuando en 1481 ofrece al contador Alonso de Quintanilla naves para la empresa contra el Turco.