Herluin de Bec (c. 994–26 de agosto de 1078) fue un caballero normando, vasallo de Gilberto de Brionne y más tarde un monje benedictino. Fundó la Abadía de Nuestra Señora de Bec, en Normandía.[1] Hijo de Crispin du Bec.
Herluin de Bec | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
995 Bonneville-Aptot (Francia) | |
Fallecimiento |
26 de agosto de 1078 Le Bec-Hellouin (Francia) | |
Familia | ||
Padre | Crispin du Bec | |
Información profesional | ||
Ocupación | Caballero | |
Cargos ocupados | Abad | |
Lealtad | Gilberto de Brionne y Roberto I de Normandía | |
Orden religiosa | Orden de San Benito | |
En su juventud Herluin fue un valiente caballero a quien el duque Roberto I de Normandía dio más de una muestra de estima. Sin embargo su señor feudal, Gilberto de Brionne parece que no ofrecía tan generosas muestras de afecto y pagaba mal sus servicios, por lo que empezó a cuestionarse la profesión de las armas. Fue en un momento del año 1034, en medio de un conflicto en la que tenía pocas esperanzas de sobrevivir, juró dejar la espada y convertirse en monje.
Herluin sobrevivió y se retiró como ermitaño en sus tierras para cumplir su juramento,[2] hacia 1041.[3]
Con varios compañeros fundó un monasterio en Bonneville (o Burneville), donde, en 1034/1035, el duque concedió tierras a la abadía. Herluin construyó el claustro y los edificios monásticos y adoptó la Orden de San Benito.[2] El 25 de marzo de 1034, la capilla construida por Herluin fue consagrada por Herberto, obispo de Lisieux. En 1037, Herluin fue consagrado abad. Sin embargo, Bonneville era de difícil acceso y carecía de agua. Herluin y sus hermanos decidieron marcharse y se establecieron a unas dos millas de distancia en 1039, en las orillas del río Bec, de donde la abadía toma su nombre. Herluin se retiró a este lugar con su madre y algunos compañeros, sobre los cuales presidía como superior. Se dedicaba todo el día a la construcción; la mayor parte de la noche la pasaba aprendiendo a leer y a aprenderse de memoria el salterio; su madre horneaba para los monjes, lavaba sus ropas y realizaba todos los oficios domésticos. Herluin construyó con sus propias manos la panadería del monasterio.[4]
Por su parte Gilberto de Brionne fue un generoso benefactor de la abadía de Bec. El monasterio conoció un crecimiento importante y se funda una segunda iglesia en Le Bec-Hellouin. Guillermo el Conquistador donó a la abadía, al igual que sus hijos.[2] Lanfranco y Anselmo de Canterbury, futuros arzobispos de Canterbury fueron alumnos de Herluin. Otros estudiantes de Herluin en la Abadía de Bec fueron el Papa Alejandro II; el arzobispo Teobaldo de Bec; Guillermo Bona Anima, Arzobispo de Ruan; Guitmund, Obispo de Aversa; Arnost, Obispo de Rochester; Turold de Brémoy, Obispo de Bayeux; Ivo de Chartres, Obispo de Chartres; Fulk de Dammartin, Obispo de Beauvais; Gilberto Crispin, abad de Westminster.
Herluin murió el 26 de agosto de 1078; a su lado estaba Roger, abad de Lessay. Su funeral fue presidido por Gilbert Fitz Osbern, obispo de Évreux.[2] Los restos de Herluin se pueden ver hoy en la iglesia de la abadía, junto con algunos de sus documentos. Se le considera Beato y su festividad es el 26 de agosto. A menudo se le llama San Herluino, aunque nunca fue canonizado.[5]