Hans Bellmer (Katowice, 1902 – París, 23 de febrero de 1975) fue un autor, dibujante, escultor y fotógrafo surrealista de origen polaco-alemán.
Hans Bellmer | ||
---|---|---|
![]() Hans Bellmer en 2011 | ||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Hans Hermann Bellmer | |
Nacimiento |
13 de marzo de 1902![]() | |
Fallecimiento |
23 de febrero de 1975![]() | |
Causa de muerte | Peritonitis | |
Sepultura | Grave of Bellmer-Zürn | |
Nacionalidad | Polonia | |
Información profesional | ||
Área | Fotografía | |
Movimiento | Surrealismo | |
Sitio web | www.hans-bellmer.com | |
Nació en Katowice, en la Alta Silesia, dentro de una familia burguesa marcada por la disciplina prusiana. Su padre, ingeniero electricista, lo presionó para seguir esa carrera. En 1923 lo inscribió en la Technischen Hochschule de Berlín, donde Bellmer estudió dibujo industrial, matemáticas y proyección de planos. Sin embargo, abandonó pronto la ingeniería: en 1924 decidió consagrarse al arte, influenciado por Otto Dix, Paul Klee, el dadaísmo, Freud y Baudelaire.
Ya en 1922 había comenzado a trabajar en arte y publicidad en Berlín, y en esos años entró en contacto con dadaístas y expresionistas como George Grosz. Visitaba con frecuencia el Kaiser Friedrich Museum, donde lo marcaron los dibujos manieristas de Hans Baldung Grien. Allí empezó a interesarse por las deformidades anatómicas y lo obsceno como lenguaje estético.
En 1925 conoció a Lotte Pritzel, creadora de muñecas decorativas. Ese encuentro, sumado a la famosa muñeca de Oscar Kokoschka, influyó en su propio imaginario. También en 1932 asistió a una representación de Los cuentos de Hoffmann de Offenbach, con la muñeca Olimpia como protagonista, lo que lo inspiró en la construcción de su primera “poupée”. Ese mismo año quedó impactado por el Retablo de Issenheim de Grünewald.
En 1930 se casó con Margarete, quien junto a su hermano Fritz y su sobrina Ursula colaboró más tarde en sus proyectos. En 1933, coincidiendo con el ascenso del nazismo, Bellmer abandonó la publicidad para no servir al régimen y comenzó a fabricar muñecas articuladas de tamaño natural. Estas “niñas artificiales” de madera, metal y estopa eran fotografiadas en poses eróticas, violentas y siniestras. Las muñecas, más que esculturas, eran imágenes para ser fotografiadas, con articulaciones múltiples que recordaban anagramas del cuerpo.
En 1934 publicó Die Puppe con diez fotografías y, ese mismo año, sus imágenes aparecieron en la revista surrealista Minotaure. En 1935 viajó a París, donde se vinculó con Eluard, Tanguy, Ernst y Arp. Ese verano construyó su segunda muñeca, más articulada y cubierta con piel rosada. Documentó el proceso con un centenar de fotos, que regaló en libros únicos a Eluard y Parísot.
Entre 1935 y 1936 expuso junto al grupo surrealista y comenzó a colorear algunas de sus fotografías. Su obra Rose ouverte la nuit (1934) mostraba ya su obsesión por cuerpos fragmentados y cefalópodos sin tronco. En 1936 también expuso en Tenerife con los surrealistas. En 1938 se instaló definitivamente en París, exiliado del Tercer Reich, que lo había tachado de artista degenerado (Entartete Kunst). Ese mismo año escribió el texto para Les Jeux de la Poupée, publicado recién en 1949 junto con poemas de Paul Eluard.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Bellmer fue recluido en el campo de Les Milles, en Provenza, hasta 1940. Aun así, continuó trabajando en muñecas, fotografías, dibujos y grabados con un fuerte componente erótico y mórbido.
Desde 1953 convivió en París con la escritora y artista Unica Zürn, con quien desarrolló una intensa relación artística y afectiva. Obras como Céphalopode à deux (1955) reflejan esa fusión de erotismo, dependencia y obsesión.
Su arte se caracterizó por la exploración del deseo prohibido, lo siniestro, lo infantil y lo mortuorio. Bellmer entendía la muñeca como un anagrama del cuerpo, un objeto capaz de revelar el inconsciente y perturbar al espectador.
Fue reconocido por los surrealistas y más tarde influyó en artistas como Cindy Sherman y Louise Bourgeois. Su obra se opuso simbólicamente a la estética nazi de juventud sana y pureza moral, proponiendo lo contrario: cuerpos fragmentados, mórbidos y eróticos.
Hans Bellmer murió en París en febrero de 1975, dejando un legado perturbador y fascinante dentro del surrealismo y el arte del siglo XX.
El grupo de música americano-japonés Blonde Redhead escribió la canción "Doll is Mine" en honor a Bellmer.