Hall es un término de raíz germánica (hallâ, con el significado de "cubrir" y "esconder")[2] que designa a ciertos espacios y construcciones, siempre conectados con los usos de la primitiva casa comunal de los antiguos pueblos germánicos (mead hall) y de la plaza de mercado cubierta (market hall, en la Inglaterra rural, o los Halles de París, en Francia).
En español, por contacto con el concepto en inglés "sala", la palabra "hall" (aceptada por la RAE como "voz inglesa" –debe pronunciarse aproximadamente "jol"–) ha pasado a designar a las piezas de la casa que sirven de vestíbulo, recibidor, antesala, recibimiento o zaguán.[3] En cambio, el uso como espacio público lo tienen, desde la Edad Media, los soportales o calles con soportales de muchas poblaciones españolas y los atrios o pórticos de muchas iglesias de Castilla la Vieja y Vizcaya (anteiglesia).
Arquitectónicamente, hall tiene el sentido de sala o salón (del germánico sal -"edificio de una sola pieza de recepción"-),[4] especialmente aplicado a la sala de recepciones de un edificio público o un palacio (great hall,[5] Westminster Hall), a la casa consistorial de un ayuntamiento o institución semejante (town hall, city hall, guild hall,[6] village hall -a menudo una church hall o iglesia de usos múltiples-,[7] fire hall -estación de bomberos-) o a un espacio escénico o sala de conciertos (concert hall, Royal Albert Hall, music hall); incluso hay una tipología de iglesia denominada Hallenkirche (con "planta de salón").
En Inglaterra, desde el siglo VI, hall pasó a designar la residencia de un lord y su séquito (country house) y posteriormente la casa del yeomen (hall house[10] -Wealden hall house-[11]). En el entorno universitario anglosajón, hall es el nombre que se da ciertos edificios de los colleges,[12] por la costumbre de congregar a los universitarios en una gran sala o comedor común, y Formal Hall la cena de etiqueta.[13]