Guillermo Solveyra Casares (Buenos Aires, 31 de mayo de 1906 - ib., 12 de junio de 1977) fue un militar y político argentino, convencional constituyente en la reforma constitucional de 1949,[1] y director de la División de Información Política de la SIDE durante los primeros dos gobiernos de Juan Domingo Perón.[2]
Guillermo Solveyra Casares | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
31 de mayo de 1906 Buenos Aires (Argentina) | |
Fallecimiento |
12 de junio de 1977 Buenos Aires (Argentina) | (71 años)|
Nacionalidad | Argentina | |
Según su propio testimonio, su trayectoria despega cuando es convocado por el director de Gendarmería Nacional y subjefe de la Policía Federal, el general Molina, para encomendarle la coordinación de servicios de Prefectura Marítima y de la policía en las zonas ribereñas "y crear un organismo para represión de la propaganda comunista que entraba clandestina y extraordinariamente[cita requerida]. Para este cometido fue trasladado desde Chaco cuando estaba prestando servicios en la Gendarmería...".[3] En 1944 es citado por el entonces Ministro de Guerra, Juan Domingo Perón, con quien discute la conformación de un organismo de inteligencia. En 1946 se crea la División Información Política, bajo su dirección, que primero depende de la SIDE, pero que se independiza en 1949.[3]
No sólo algunos autores lo consideran quien introdujo la picana eléctrica portátil como método de tortura,[4] sino que, a partir de su dirección de la oficina de Control de Estado -puesto otorgado por Perón-,[2] también es considerado el precursor de la represión ilegal del peronismo, similar a la utilizada por la Triple A,[2] y un torturador, autor del aniquilamiento de opositores al gobierno de Perón, ordenado por el propio poder ejecutivo.[2]
Fue además dirigente deportivo, ejerciendo la presidencia del Club Atlético Tigre entre 1948 y 1950.[5]
En septiembre de 1954 fue designado por el gobierno argentino para formar parte de la delegación de su país ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.[6]
Durante su exilio, Perón matuvo correspondencia con Solveyra Casares, considerándolo un amigo cercano.[7]
Solveyra es mencionado como "un torturador" en la canción de 2001 "Bandidos Rurales", del cantautor argentino León Gieco.[8]
El fragmento dice lo siguiente:
Logró romper el cerco de Solveyra, un torturador
de gendarmería que tenía información.
Herminia y Ramona dudan que lo hayan matado,
a este fuera de la ley, a este fuera de la ley.