El Protocolo de Ginebra estableció la prohibición del uso en la guerra, de gases asfixiantes, tóxicos o similares y de medios bacteriológicos. Se firmó en 1925 y entró en vigor en 1928.
A la utilización de diferentes gases como arma en otros contextos de violencia:
Las cámaras de gas utilizadas en los campos de concentración alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.