Los Guayacundos fueron un pueblo indígena o macroetnia de la sierra norte del Perú, en el departamento de Piura con extensión hacia la actual provincia de Loja en Ecuador. Son descritos en las fuentes coloniales y por la historiografía moderna como una confederación flexible de curacazgos o señoríos, que agrupaba un conglomerado de subgrupos o subetnias. Su conquista e incorporación al Tahuantinsuyo se produjo por el inca Túpac Yupanqui, y tras la conquista española fueron integrados e hispanizados en encomiendas y reducciones.[1][2][3][4]
Guayacundos | ||
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Información histórica | ||
Periodo |
América Precolombina Intermedio Tardío | |
Decadencia | finales del siglo XV d. C. y siglo XVI d. C. | |
Causa |
Conquista inca, Conquista española e hispanización | |
Información geográfica | ||
Área cultural | Andina | |
Sub área cultural | Andina septentrional | |
Equivalencia actual |
○ ![]() departamento de Piura: provincia de Ayabaca y provincia de Huancabamba. ○ ![]() provincia de Loja: cantón Calvas. | |
Información antropológica | ||
Pueblos relacionados | bracamoros, paltas y malacatos (probable). | |
Idioma |
Desconocido (probable filiación a lenguas jivaroanas) Castellano (por hispanización) | |
Religión |
Politeísmo Catolicismo (por aculturización) | |
Reyes/líderes | Guacall | |
Asentamientos importantes | ||
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El ámbito geográfico guayacundo se situaba principalmente en la sierra del departamento de Piura (Alto Piura), en las actuales provincias de Ayabaca y Huancabamba, incluyendo Caxas, y proyección hacia Calvas en Loja (Ecuador). La interpretación de sus límites varía según los investigadores:
Las fuentes coloniales describen a los guayacundos como behetrías, es decir, pueblos sin un señor único reconocido. Cada subetnia de ellos poseía sus propios caciques. Bajo la dominación inca, el atuncuracazgo (gran señorío) fue separado y reorganizado en tres divisiones administrativas: Coyayca (Caxas), Ayauaca (Ayabaca) y Huancapampa (Huancabamba).[1][2]
Durante la conquista incaica destacó la figura de Guacall (o Guagal, Guacalla), aceptado como jefe de los Caxas y considerado el principal líder guayacundo de la confederación en tiempos de guerra. Tras su rendición, fue confirmado como curaca y renombrado como Apo Guacal bajo el dominio inca.[1][3][4]
Tras la derrota de los chimúes de la costa norte en la guerra chimú-inca a finales del siglo XV d. C., el Inca Túpac Yupanqui emprendió la campaña de conquista contra los pueblos indígenas del norte conocida como guerras de los andes septentrionales, entre ellos los guayacundos de la sierra de Piura, que ofrecieron resistencia bélica inicial. Finalmente, viéndose superados númericamente, su líder Guacall negoció la paz y conservó su rango renombrado como Apo Guacal, mientras que muchos guerreros fueron desplazados y enviados como mitimaes a regiones como Quito.[1][4]La arqueología muestra que sitios arqueológicos de presencia guayacunda como Caxas (Huancabamba), Aypate (Ayabaca) y Olleros (Ayabaca) se convirtieron en centros provinciales de la dominación inca, con andenes, caminos (entre ellos tramos del Qhapaq Ñan como el de Aypate-Pircas-Limas) y recintos administrativos.[3]
Durante la guerra civil incaica, se menciona que los guayacundos, en especial los de Caxas, mantuvieron su lealtad al bando huascarista por lo que fueron castigados por Atahualpa, lo que se reflejó en un descenso demográfico de la población.[1][5]
Tras la invasión española, los guayacundos fueron incluidos en encomiendas y reducciones que provocó rebeliones menores como la del curaca Cosme Chinguel por 1588 en la región de Ayabaca y Huancabamba. La fragmentación de sus señoríos facilitó la dominación colonial. Su lengua original se perdió en pocas generaciones, predominando el quechua como lengua de evangelización y posteriormente la adopción del castellano debido a la aculturización mediante la hispanización y el mestizaje tras la llegada de colonos españoles a los valles de la sierra piurana. Existen menciones acerca de este pueblo a través de Diego de Figueroa Caxamarca, que se declara hijo de Carguatanta y nieto de Guacall .[1][4][6]
El idioma nativo guayacundo no está bien documentado directamente. Polia y Hocquenghem han propuesto una posible filiación con el grupo de lenguas jivaroanas (junto a paltas, malacatos, bracamoros y los actuales Shuar o jívaros), aunque otros investigadores señalan una posible adopción del quechua norteño en la élite guayacunda.[3][4]
Excavaciones en Olleros (Ayabaca) han revelado tumbas de élite como el llamado «Señor de Olleros», lo que sugiere jerarquías sociales complejas.[3] Sus viviendas eran de madera, barro y paja (adobe); practicaban agricultura en terrazas y producían chicha de maíz.[4] Sitios como: Aypate, Caxas, Cerro Gigante y Mitupampa son testimonio de la integración guayacunda al sistema incaico y de la persistencia de su identidad en la sierra piurana.[3][4]