El gremialismo es una ideología chilena. llamando a la despolitización de los cuerpos intermedios, estando en contra que partidos políticos o ideas políticas entren a la sociedad civil.[3] Fue fundada por el abogado Jaime Guzmán.
En Chile, el gremialismo fue el sustento doctrinario del Movimiento Gremial de la Universidad Católica, nacido la segunda mitad de la década de 1960, que lideró la oposición a la reforma universitaria impulsada por grupos de centro (DCU y JDC).
El Gremialismo no puede ser categorizado como una Ideología Política, ya que, "En el Gremialismo pueden confluir y de hecho confluyen, personas que en materia política tienen divergencias entre si." Mientras no se vaya en contra de los principios del Estado Subsidiario y la despolitización de los cuerpos intermedios.[4]
El fundamento doctrinario del gremialismo se apoya en cuatro principios fundamentales:
El movimiento gremial es la materialización del quiebre de Guzmán con la doctrina de su formador, el padre Osvaldo Lira. Por otro lado es perfectamente posible que haya existido gremialistas que no hayan tenido un actuar doctrinariamente responsable y consecuente.
En el libro "El Gremialismo y su postura universitaria en 36 preguntas y respuestas",[4] el cual es utilizado para formar a las nuevas generaciones de gremialistas, se señala que el gremialismo se diferencia del corporativismo por tres razones:
Fue fundado en 1967 como un movimiento universitario al interior de la Pontificia Universidad Católica de Chile —el Movimiento Gremial de la Universidad Católica (MGUC)— por el intelectual liberal-conservador, Jaime Guzmán Errázuriz, en oposición a la reforma universitaria que se gestaba en dicha casa de estudios. Guzmán lideró la resistencia a la ocupación de la casa central por parte de grupos reformistas de centro; y, a su vez, intentó tomar por su cuenta la universidad para revertir el inminente triunfo de los reformistas. Aunque fracasó, a raíz de estos hechos cobró existencia el movimiento gremial.
Guzmán Errázuriz fue formado por el padre Osvaldo Lira en el tradicionalismo católico, el corporativismo, el falangismo y nacional sindicalismo. Si bien finalmente el gremialismo representa una ruptura con el tradicionalismo, es influenciado por este a través de su fundador en el énfasis que se da a las sociedades intermedias, énfasis que proviene a su vez de la doctrina social de la Iglesia. En los textos doctrinarios del gremialismo es fácil reconocer la influencia de la filosofía aristotélico-tomista en el especial énfasis que se da al cumplimiento de los fines de las sociedades intermedias.
Pero cabe decir que Guzmán no terminaría apoyando estos principios, reflejado en el como su Ideología los rechaza de forma categórica: "el Gremialismo es de suyo incompatible con el marxismo o con cualquier otra forma de expresión totalitaria (nacional-socialismo, fascismo, etc.) aunque ya algunas de esas corrientes no pasen de ser simples fenómenos históricos. Es igualmente inconciliable con cualquier forma de socialismo que se contraponga al principio de subsidiariedad. En cambio, es compatible con toda postura, sea política, económica o social, partidaria de una sociedad libre y responsable."[4]
El gremialismo es el sustento del Movimiento Gremial de la Universidad Católica (MGUC).
En 1975 Guzmán creó, de la mano del gremialismo, el Frente Juvenil de Unidad Nacional, definido como un movimiento «cívico patriótico» de respaldo a la dictadura militar.[5]
En 1975 un grupo de dirigentes gremialistas —entre ellos Miguel Kast,[6] Hernán Larraín y Carlos Bombal— fundaron la Cooperativa La Familia, institución financiera que quebró en 1977, siendo sus ejecutivos procesados por el delito de estafa.[7]
El gremialismo fue la inspiración para que en 1983 se fundara el Movimiento Unión Demócrata Independiente (UDI), que en 1987 se integró a Renovación Nacional (RN), y posteriormente se creó el partido Unión Demócrata Independiente luego de un conflicto interno entre Guzmán y los socialcristianos de RN.