Grapholita molesta, también conocida como polilla oriental del melocotonero, es una especie de polilla de la familia Tortricidae.[1]Su oruga es una plaga de los cultivos frutales de hueso, especialmente del melocotonero. Con menor intensidad, puede atacar también a otros frutales y especies espontáneas de la subfamilia Maloideae, como perales, manzanos, membrilleros, Cotoneaster y Crataegus
Grapholita molesta | ||
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Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Arthropoda | |
Clase: | Insecta | |
Orden: | Lepidoptera | |
Familia: | Tortricidae | |
Tribu: | Grapholitini | |
Género: | Grapholita | |
Especie: |
Grapholita molesta Busck, 1916 | |
Es originaria de China, pero se ha ido extendiendo por prácticamente todas las zonas frutícolas del mundo, incluso islas como Hawái, Mauricio y Nueva Zelanda.[2] Fue descrita científicamente por Busck en 1916.[3]
El huevo recién puesto es de color blanco translúcido, luego se vuelve amarillo; es ligeramente convexo, redondo u ovalado y mide aproximadamente 0,7 mm de ancho. La larva adulta tiene una longitud de aproximadamente 12 mm y es de color rosa a casi rojo; la cabeza, el noto protorácico y la placa anal son marrones. Tiene un peine anal encima del ano.
El capullo está formado por hilos de seda y partículas de los objetos sobre los que se ha fijado. La pupa es de color marrón rojizo.
El adulto tiene una envergadura de 10 a 16 mm y es de color gris oscuro. Cuando está en reposo, las alas se mantienen en una posición similar a un techo sobre el cuerpo y las antenas se doblan hacia atrás sobre las alas. Para una identificación exacta, es necesario examinar los genitalia.[2]
G. molesta pasa el invierno como una larva adulta, protegida en un capullo. Estos se encuentran en grietas, bajo escamas de corteza, o en el suelo debajo de los árboles infestados, en los restos secos de frutos, restos de poda e incluso en las grietas del suelo. A principios de primavera, a temperaturas superiores a los 10 °C, se produce la pupa. La duración promedio de la etapa de pupa en esta generación es de 16 días, en comparación con una media de 7 días en las generaciones de verano.[2]
El número de generaciones por año varía de cuatro a seis[4]y depende de las condiciones climáticas. Los primeros vuelos pueden verse tan pronto como la segunda quincena de marzo en el hemisferio Norte.[5] Hay de cuatro a cinco picos de vuelo de adultos en abril, junio, julio, agosto y septiembre.
La deposición de huevos comienza entre 2 y 5 días después de que emergen las hembras y continúa durante 7 a 10 días o más. Los huevos son puestos de uno en uno y cada hembra puede poner entre 50 y 200 huevos. El desarrollo del estadio larval dura de 6-22 días, dependiendo de la temperatura, humedad y tipo de alimentación.
La larva produce daños tanto en brotes como en frutos. Los individuos de las primeras generaciones afectan los brotes tiernos y cuando éstos comienzan a lignificarse se dirigen a los frutos.[6] La larva, que puede afectar más de un brote, se introduce en el interior del mismo y realiza una galería descendente que termina por secarlo. La planta produce una exudación de goma. En los frutos, las larvas también hacen galerías penetrando por el pedúnculo o en las cercanías del mismo. El daño comienza cuando están verdes, causando también emisión de goma, y alcanza mayor incidencia durante la madurez,[7]cuando pueden ser atacados por hongos como Monilinia, Botrytis o Rhyzopus.