El golpe de Estado en El Salvador de 1961, también conocido como el Golpe de los Maquis[1] fue un contragolpe exitoso en El Salvador dirigido por el coronel Aníbal Portillo contra la efímera Junta de Gobierno que había tomado el poder en 1960, disolviendo a la junta militar reformista por un gobierno fuertemente anticomunista formado por un Directorio Cívico-Militar. A finales de ese año, el gobierno militar había dado paso a un gobierno democrático.[2]
Golpe de Estado en El Salvador de 1961 | ||||
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Parte de la Guerra Fría | ||||
Contexto del acontecimiento | ||||
Fecha | 25 de enero de 1961 | |||
Sitio |
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Impulsores | ||||
Influencias ideológicas de los impulsores | Conservadurismo, anticomunismo | |||
Gobierno previo | ||||
Gobernante | Miguel Ángel Castillo | |||
Forma de gobierno | Junta militar (de izquierda) | |||
Gobierno resultante | ||||
Gobernante | Aníbal Portillo | |||
Forma de gobierno | Junta militar (de derecha) | |||
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Según Humberto Corado Figueroa, la sublevación militar de enero de 1961 fue planificada por un grupo de mayores salvadoreños de tendencia derechista, y anticomunista quienes fueron apodados "Los Maquis".[3]
Los motivos detrás del derrocamiento militar fueron de naturaleza reaccionaria, impulsados por temores internacionales de que un grupo de militares provocaran, una toma de poder comunista dentro del país,[4] debido a las simpatías percibidas de la junta reformista hacia la influencia comunista y cubana.[5] Estas preocupaciones se vieron exacerbadas aún más por la visita a Cuba de militares y civiles salvadoreños de extrema izquierda, lo que impulsó a la desunida Fuerza Armada a unirse para salvaguardar al Estado del comunismo.[4]
El 25 de enero de 1961, el golpe militar planeado, que contaba con el respaldo de todos los altos oficiales del ejército, finalmente se ejecutó y terminó con el derrocamiento exitoso de la junta cívico-militar de seis hombres. El Directorio Cívico-Militar abiertamente anticomunista que los sucedió permitió la actividad continua de todos los partidos políticos no comunistas antes de las elecciones al Congreso planeadas.[4] Mientras tanto, los partidos comunistas y progresistas fueron prohibidos.[6] El nuevo gobierno prometió elecciones anticipadas, reformas sociales y agrarias, junto con una estrecha cooperación con Estados Unidos.[5] El gobierno estadounidense rápidamente extendió el reconocimiento diplomático a la nueva junta militar el 15 de febrero.[2]
Cumpliendo su promesa de devolver el país a un gobierno constitucional, en diciembre se celebraron elecciones a la asamblea constituyente. El 5 de enero de 1962, la Asamblea Constituyente aprobó la nueva constitución, acabando con la constitución de 1950. Tres días después, el 8 de enero, se eligió un presidente provisional, Eusebio Rodolfo Cordón Cea.[2]