La ginemimetofilia (del griego γυναικός, mujer; μιμητικός, imitable; φιλία, atracción) consiste en la atracción sexual hacia personas con sexo anatómico y morfológico masculino que se visten o se comportan socialmente como mujeres (ginemimesis), están bajo un tratamiento hormonal de transición sexual o han completado la reasignación de sexo.[1][2] Su contraparte sería la andromimetofilia.
El término fue ideado por John Money y Margaret Lamacz en un estudio de 1984 (Gynemimetophilia: Individual and Cross-Cultural Manifestations of a Gender-Coping Strategy Hitherto Unnamed) para referirse, originalmente, a la atracción parafilica hacia personas de sexo morfológico masculino que se vestían o actuaban como mujeres (trasvestismo) o estaban bajo tratamiento hormonal para transicionar, sin embargo, en un estudio de 1986 (Lovemaps: Clinical Concepts of Sexual/erotic Health and Pathology), Money ampliaría la definición del término para también incluir la atracción hacia mujeres transexuales.[3]
En 1993, el estudio «Men with Sexual Interest in Transvestites, Transsexuals, and She-Males», de Ray Blanchard y Peter Collins, lanza el término ginandromorfofilia (gynandromorphophilia) para referirse, únicamente, a la atracción sexual hacia personas con apariencia femenina pero que no han pasado por una operación de reasignación de sexo, como trasvestis o shemales. Desde entonces, existe una tendencia a preferir el término ginandromorfofilia para estos casos, mientras que ginemimetofilia se usa para la atracción hacia transexuales post-cirugía.[3] Sin embargo, aún existe confusión en el empleo y diferenciación entre uno y otro término.[4]