Gerd Rüdiger Puin (n. 1940) es un académico alemán de estudios orientales, especializado en paleografía coránica, caligrafía árabe y ortografía del idioma árabe.[1] Fue profesor (lecturer) de lengua y literatura árabes en la Universidad del Sarre (Sarrebrucken, Alemania).[1] En cuanto a su enfoque de investigación histórica, Puin se considera representante de la «escuela de Saarbrücken», que forma parte de la escuela revisionista de estudios islámicos.
Gerd R. Puin | ||
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Información personal | ||
Nombre en alemán | Gerd-Rüdiger Puin | |
Nacimiento |
1940 Königsberg (Alemania nazi) | |
Nacionalidad | Alemana | |
Información profesional | ||
Ocupación | Profesor universitario | |
Empleador | Universidad del Sarre | |
Gerd R. Puin dirigió un proyecto de restauración encargado por el Gobierno de Yemen, en el que pasó un tiempo considerable examinando los antiguos manuscritos coránicos hallados en la Gran Mezquita de Saná (Yemen) en 1972, con el fin de establecer criterios para catalogarlos de forma sistemática. Según el periodista Toby Lester, su examen reveló «ordenaciones de aleyas no convencionales, ligeras variantes textuales y usos poco comunes de la ortografía y de la decoración artística».[1]
Estos textos fueron escritos en la escritura hiyazí, coincidiendo con los fragmentos de los manuscritos coránicos más antiguos que se conocen.[1] Parte del pergamino muestra signos claros de reutilización previa, pues son visibles escrituras anteriores lavadas: se trata, por tanto, de un palimpsesto. En 2008 y 2009, Elisabeth Puin publicó resultados detallados del análisis del «manuscrito de Saná DAM (Dār al-Majtūṭāt) 01.27-1», demostrando que el texto aún estaba en flujo entre la scriptio inferior y la scriptio superior del palimpsesto.[2][3]
Más de 15 000 hojas de los manuscritos yemeníes fueron limpiadas, tratadas, ordenadas, catalogadas y fotografiadas, y se realizaron 35 000 microfilmes de los mismos.[1] Algunas observaciones iniciales de Puin pueden leerse en su ensayo «Observations on Early Qur'an Manuscripts in Ṣanʿāʾ», reeditado en el volumen What the Koran Really Says (2002) del exmusulmán y activista Ibn Warraq. En enero de 2021, Robert M. Kerr (secretario del Instituto INÂRAH para la investigación de la historia islámica temprana y del Corán) realizó una entrevista a Puin sobre el hallazgo de los manuscritos de Saná.[4]
En un artículo publicado en 1999 en la revista estadounidense The Atlantic, Puin fue entrevistado y citado en los siguientes términos:[1]
Mi idea es que el Corán es una especie de cóctel de textos que ni siquiera se entendían del todo en tiempos de Mahoma. Muchos de ellos pueden ser incluso cien años anteriores al islam. Incluso dentro de las tradiciones islámicas hay un enorme cuerpo de informaciones contradictorias, incluido un sustrato cristiano significativo; a partir de ellas podría derivarse toda una anti-historia islámica, si se quisiera.[1]
El Corán afirma de sí mismo que es mubīn, es decir, «claro», pero si uno lo lee, notará que aproximadamente una de cada cinco frases no tiene sentido. Muchos musulmanes —y también orientalistas— dirán lo contrario, por supuesto, pero el hecho es que una quinta parte del texto coránico es sencillamente incomprensible. Esto es lo que ha provocado la ansiedad tradicional respecto a su traducción. Si el Corán no es comprensible —si ni siquiera puede entenderse en árabe—, entonces no es traducible. La gente teme eso. Y dado que el Corán repite una y otra vez que es claro pero obviamente no lo es —como le dirán incluso los hablantes de árabe—, hay una contradicción. Debe de estar ocurriendo otra cosa.[1]
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(ayuda) el 10 de mayo de 2012.