La gens Accia fue una familia romana de la República tardía. La gens es conocida sobre todo por dos individuos, Lucio Accio, un liberto y poeta trágico del siglo II a. C., y Tito Accio, un eques que en el año 66 a. C. emprendió la persecución de Aulo Cluencio Hábito, defendido por Cicerón en el discurso Pro Cluentio.[1]
Ambos procedían de la ciudad de Pisauro en Umbría, lo que sugiere que la gens era de origen umbro. No se sabe si Tito Accio era un descendiente del poeta, o de la familia que lo había dado la libertad.[1]
Otros representantes de esta gens de época imperial fueron: