Genocidio blanco[1][2] (en armenio: սպիտակ ցեղասպանություն, romanizado: spitak tseghaspanutyun) es el término utilizado ampliamente en la comunidad armenia, tanto de forma histórica como social, para describir la situación de la diáspora armenia, especialmente en el mundo occidental.[1]
El politólogo alemán Christoph Zürcher escribe en su libro de 2007 Las guerras postsoviéticas: rebelión, conflicto étnico y nación en el Cáucaso:
«Genocidio» se convirtió en una palabra clave, que tenía varias connotaciones. El genocidio «blanco» o la masacre «blanca» denotaban la represión, la asimilación o la migración forzada de armenios de sus tierras históricas (que eran mucho más grandes que la Armenia soviética e incluían Karabaj, así como áreas pertenecientes a la Turquía contemporánea).[2]
Los armenios que viven en occidente consideran a los armenios que se asimilan dentro de la población local del país donde finalmente se vieron obligados a emigrar (siendo algunos Estados Unidos, Francia, Argentina, Brasil, Canadá, etc.) como «perdidos» debido al continuo exilio después del Gran crimen contra el pueblo armenio entre 1915-1917 por parte del Imperio otomano.[3] Por lo tanto considera que el armenio perdido es otra víctima del intento genocida de eliminar a los armenios.[4]
El término también ha sido utilizado por algunos armenios para describir la discriminación contra los armenios en Alto Karabaj (controlada por la autoproclamada República de Artsaj) y Najicheván (exclave de Azerbaiyán al suroeste de Armenia), lo que ha provocado que los armenios abandonen sus hogares.[5][6][7] Algunos utilizaron el término para definir la situación de la comunidad armenia en la región de Yavajetia, en Georgia.[8]