El gasoducto Magreb-Europa (GME) es un gasoducto que une los yacimientos de gas natural de Hassi R'Mel (en el Sáhara de Argelia) con España, pasando a través de Marruecos y del estrecho de Gibraltar.[1][2] En el momento de su construcción, la promotora, Enagas, lo denominaba superautopista del gas. Funciona desde el 1 de noviembre de 1996.[3] Bombea más de 9000 metros cúbicos de gas natural en España y, a través de España, hacia el resto de Europa.[4]
El reto tecnológico fue atravesar el estrecho de Gibraltar, no solo por su profundidad, puesto que, por ejemplo, los más antiguos gasoductos que conectan Argelia con Italia, por ejemplo, van a más profundidad y son además mucho más largos; sino atravesar los fondos irregulares y especialmente soportar las fuertes corrientes marinas de la entrada al mediterráneo. De 1959 a 1992 se hicieron reconocimientos del fondo del estrecho para conseguir esta viabilidad técnica.[2]
La cañería es de acero al carbono (API 5L). El gasoducto tenía inicialmente dos estaciones de compresión, una en la frontera de Argelia con Marruecos y otra en Tánger, donde hay también un centro de control del gas durante su transporte. Estas estaciones funcionan con el mismo motor que un Airbus.[3]
En 2021, Argelia decidió no renovar el contrato de su operación, que vence el 31 de octubre, a raíz de la crisis diplomática que este país tiene con Marruecos.[5]
El gasoducto tiene 1430 kilómetros de longitud en total, y el gas natural tarda unos cinco días a completar su recorrido. Cada 23 kilómetros hay una válvula que puede regular el caudal y cerrar completamente el flujo en solo unos milisegundos si se detecta alguna anormalidad. Recorre 575 km por Argelia, 540 km en Marruecos, 45 km bajo el Mediterráneo y 270 km hasta Córdoba.[3]
El tramo terrestre, de 1385 km, está sepultado a un metro, tiene una anchura de 120 centímetros de diámetro y soporta 80 bares de presión. El tramo submarino es de 45 km de longitud, una anchura de 22'' (unos 56 centímetros) de diámetro, está a una profundidad máxima de 400 metros y soporta una presión de 155 bares. Como el fondo del mar en el estrecho es muy irregular, se tuvieron que tapar 520 valles bajo la tubería.[3]
En la sociedad Europe-Magreb Pipeline (EMPL) participa el Grupo Gas Natural y la empresa portuguesa Transgas, además de la marroquí SNPP.[6] El proyecto de su diseño y construcción contó con unos 1.800 millones de euros y la mayor dificultad que presentaba era el tramo de paso submarino de 45 kilómetros entre Tánger y Zahara de los Atunes (Cádiz). Participaron doce ingenierías de Europa y de los Estados Unidos, que contrataron veinte grandes empresas constructoras, además de las subcontrataciones sucesivas, y una centena de suministradores de materiales y equipos.[3]
En 2004, EMPL invirtió cerca de 470 000 euros al aumentar al 50 % la capacidad del gasoducto por medio de la instalación de tres nuevas estaciones de compresión (una más a la frontera algeromarroquina y dos más en Tánger) y la modernización y adecuación de los equipos de compresión de gas existentes. El objetivo era pasar de los 92 500 GWh anuales antes de la remodelación a 136 000 GWh anuales.[6]