El Gish gallop (galope de Gish) o ametralladora de falacias es una técnica de debate que se centra en abrumar al oponente con el mayor número de argumentos posible, sin tener en cuenta la exactitud o solidez de los mismos. El término fue acuñado por Eugenie Scott y recibe su nombre del creacionista Duane Gish, que utilizó esta técnica con frecuencia contra los defensores de la evolución.[1][2]
Durante el Gish gallop, un debatiente se enfrenta a su oponente con una rápida sucesión de argumentos engañosos, medias verdades y tergiversaciones en un corto espacio de tiempo, lo que hace imposible que el oponente pueda refutarlo todo en un solo turno de un debate formal.[3][4] En la práctica, cada punto planteado por el "galopante de Gish" exige considerablemente más tiempo para ser refutado o verificado que para ser enunciado.[5] La técnica hace perder tiempo al oponente y puede poner en duda su capacidad de debate ante un público que no esté familiarizado con la técnica, especialmente si no hay una verificación independiente de los hechos o si el público tiene un conocimiento limitado de los temas.[6]
En general, es más difícil utilizar la técnica del Gish gallop en un debate estructurado que en un debate libre[7] Si un debatiente está familiarizado con un oponente que se sabe que utiliza el Gish gallop, la técnica puede ser contrarrestada previniendo y refutando los argumentos comúnmente usados por el oponente primero, antes de que el oponente tenga la oportunidad de lanzarse al galope de Gish.[8]