Frederick Courteney Selous (o Courtney) (Londres, 31 de diciembre de 1851 - Behobeho, Tanzania, 4 de enero de 1917) fue un explorador, cazador y conservacionista británico famoso por sus hazañas en el sur y este de África. Las aventuras de su vida real inspiraron a H. Rider Haggard a crear el personaje ficticio de Allan Quatermain, protagonista de Las minas del rey Salomón. Selous fue también un gran amigo del presidente de los EE. UU. Theodore Roosevelt, de Cecil Rhodes y de Frederick Russell Burnham. [1]
Frederick Selous | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
31 de diciembre de 1851 Londres (Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda) | |
Fallecimiento |
4 de enero de 1917 Beho-Beho (Tanzania) | (65 años)|
Nacionalidad | Británica | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Explorador, oficial militar, Guarda de caza, cazador, viajero, alto cargo y político | |
Área | Caza, exploración geográfica, conservación de la naturaleza, servicio militar y etnología | |
Rama militar | Ejército Británico | |
Rango militar | Capitán | |
Conflictos | Primera guerra Matabele, Segunda Guerra Matabele, Campaña de África Oriental (Primera Guerra Mundial) y Primera Guerra Mundial | |
Distinciones |
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Selous fue uno de los cinco hijos de una familia de clase media alta. Su padre, Frederick Lokes Slous , fue presidente de la Bolsa de Valores de Londres, y su madre, Ann Holgate Sherborn, fue poeta. Estudió en la escuela Rugby School de la ciudad inglesa de Rugby y en Alemania. Durante sus estudios escolares, comenzó a crear una colección personal de diversos huevos de aves y a estudiar historia natural. En 1868, viajó a Suiza para estudiar medicina, pero su pasión por las ciencias naturales le llevó a interesarse por las rutas de los animales salvajes en sus hábitats naturales. Se mudó a Prusia, donde aprendió alemán y comenzó a coleccionar mariposas. [2]
Cuando tenía diecinueve años se marchó a Sudáfrica, viajando desde el Cabo de Buena Esperanza hasta Matabeleland, a donde llegó a principios de 1872. Lobengula, rey de los ndebele, le concedió permiso para cazar en todos sus dominios.
Desde entonces y hasta 1890, con algunos pequeños intervalos pasados en Inglaterra, Selous se dedicó a cazar y explorar las, por aquel tiempo, poco conocidas regiones al norte del Transvaal y al sur de la cuenca del Congo. Cazó especialmente elefantes africanos y recopiló especímenes animales para museos y colecciones privadas. Sus viajes contribuyeron al conocimiento del país que ahora se llama Zimbabue. Selous realizó valiosas investigaciones etnológicas a lo largo de sus numerosos viajes, donde en muchas ocasiones fue el primer hombre blanco que vieron los habitantes de la zona. Asimismo, mantuvo una relación cordial con las tribus por donde pasaba, ganando la confianza y la estima de los jefes, como en el caso de Lobengula.[2]
En 1890, Selous se incorporó al servicio de la Compañía Británica de África del Sur, trabajando como guía para los primeros colonos que se adentraron por Mashonaland. Más de 500 kilómetros de caminos fueron construidos a través de un paisaje de selvas, montañas y lagunas pantanosas, y en dos meses y medio llevó a los colonos sanos y salvos hasta su destino. Después, Selous se dirigió al este, hasta Manica, concluyendo los preparativos para que aquella región cayese bajo el dominio británico. Cuando llegó a Inglaterra en diciembre de 1892, se le condecoró con una medalla de la Royal Geographical Society en reconocimiento a sus exploraciones y hallazgos, de los que da cuenta en su libro Twenty Years in Zambesia.
Después de la consolidación del poder blanco en Rodesia, Selous estableció su residencia en Inglaterra. Sin embargo, continuó realizando expediciones de caza y visitando Asia Menor, Terranova y las Montañas Rocosas canadienses, entre otros lugares.
En 1896, regresó a África con su esposa y se estableció en una propiedad en Matabelelandia, y cuando estalló la Segunda Guerra Matabele, Selous tomó parte en la lucha sirviendo como líder en la Fuerza de Campo de Bulawayo. Publicó un relato de la campaña titulado Sunshine and Storm in Rhodesia. Durante este tiempo que conoció y luchó junto a Robert Baden-Powell.
En 1909, Selous lideró la expedición que llevó al presidente de EE. UU. Theodore Roosevelt hasta el África Oriental británica, el Congo y Egipto.[3] Este fue posiblemente el mayor safari jamás realizado, donde estaban implicadas unas 300 personas. El propósito oficial de la expedición fue recopilar especímenes para la Smithsonian Institution. Durante el viaje, Roosvelt y su hijo Kermit abatieron más de 500 animales.
Durante la Primera Guerra Mundial Selous participó como capitán de un batallón de fusileros en África Oriental. Se unió al ejército cuando tenía 64 años y murió en enero de 1917, debido al disparo de un francotirador alemán durante un enfrentamiento menor en Behobeho, a orillas del río Rufiji.
Muchos de los trofeos que Selous obtuvo como cazador iterminaron en museos y colecciones internacionales de taxidermia e historia natural, en particular en el Museo de Historia Natural de Londres, al que donó más de cinco mil especímenes de plantas y animales En su Colección Selous, se conservan 524 mamíferos de tres continentes, todos disparados por él, incluidos 19 leones. En el último año de su vida, mientras estaba en combate en 1916, se sabe que llevaba su red para mariposas por la noche y recolectaba especímenes, para la misma institución. Selous fue miembro de la Unión Británica de Ornitólogos y recolectó huevos de aves de toda Europa, incluido el Imperio Otomano e Islandia. Se le menciona ampliamente en los catálogos del taxidermista Rowland Ward para los especímenes animales más grandes del mundo cazados, incluidos el rinoceronte, el elefante y muchos ungulados.
En 1896, el zoólogo británico William Edward de Winton nombró en su honor al pequeño carnívoro africano Paracynictis selousi o mangosta selous. Además, una subespecie del antílope africano sitatunga Tragelaphus spekii selousi lleva su nombre.
Selous observó con el tiempo cómo la influencia de los cazadores europeos estaba provocando una reducción significativa de la cantidad de caza disponible en África. Los gobiernos coloniales acabaron aprobando leyes que aplicaban las normas de caza y establecían reservas de caza, con el objetivo de prevenir la extinción total de ciertas especies y preservar las reservas animales para los futuros cazadores blancos. La Reserva de Caza Selous, en el sureste de Tanzania, fundada en 1922, lleva su nombre. En 1982 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a la diversidad de su fauna y su naturaleza intacta.