Frans Hendrik van Eemeren (Helmond, 7 de abril de 1946) es un académico neerlandés y Profesor Emérito en el Departamento de Comunicación Oral, Teoría de la Argumentación y Retórica de la Universidad de Ámsterdam. Es conocido por la teoría pragma-dialéctica, una teoría de la argumentación que desarrolló junto a Rob Grootendorst desde principios de la década de 1980. Ha trabajado en numerosas universidades de Europa, Estados Unidos y Asia[1]; y ha publicado al menos cincuenta libros, capítulos de libros y artículos[2]relacionados a la teoría de la argumentación, dialéctica, retórica y lógica argumentativa.
El Profesor Doctor Frans H. van Eemeren nació en Helmond el 7 de abril de 1946, quien cuenta con los equivalentes neerlandeses de Licenciatura (BA, 1967), Maestría (MA, 1970), y Doctorado (PhD, 1982) de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Ámsterdam en los Países Bajos. Desde joven, mostró un interés por la argumentación desde dos ángulos. En primer lugar, le generaba curiosidad intelectual cómo las personas, al comunicarse con los demás, buscan convencerlos o persuadirlos sobre la validez de sus opiniones mediante argumentos. Quería entender cómo funciona este proceso y en qué situaciones puede considerarse adecuado. Además, al reconocer que la argumentación es esencial, especialmente en contextos democráticos, para resolver desacuerdos de manera respetuosa, se propuso explorar cómo mejorar la calidad de la argumentación en la práctica cotidiana.
Dentro de las iniciativas institucionales que tuvo se tienen dos principalmente: está la revista Argumentation (1986-presente) acompañada por la serie de libros Argumentation Library; y también el Journal of Argumentation in Context (2011-presente) junto con la serie de libros Argumentation in Context. Como parte de sus asociaciones académicas, desde 1986 la Sociedad Internacional para el Estudio de la Argumentación (ISSA, en inglés) organiza cada cuatro años una Conferencia Internacional de Argumentación y la concesión de Becas Distinguidas; y desde 1983 el Instituto Internacional de Estudios de Argumentación (ILIAS, en inglés) para pragma-dialécticos.
Los reconocimientos de la carrera de van Eemeren incluyen el título de Caballero de la Orden del León Neerlandés (Países Bajos, 2013), Académico Distinguido por la Asociación Nacional de Comunicación (Estados Unidos, 2004), Premio de Beca Distinguida por la Sociedad Internacional para el Estudio de la Argumentación (ISSA, en inglés) (2014), título Honoris Causa por la Universidad de la Suiza Italiana (USI) (Lugano, Suiza, 2014), Premio Daniel M. Rohrer a la Investigación en Argumentación (1989), Premios a la Mejor Investigación 1992 y 1993 Asociación Forense Americana (AFA) de la Asociación de Comunicación del Habla (SCA, Estados Unidos), Premio Especial OSSA 2011 (Ontario, Canadá), Medalla de Oro Universidad de Ámsterdam (2011), Premio Académico Senior 2011 Asociación Nacional de Comunicación (Estados Unidos), Instituto Neerlandés para Estudios Avanzados de Humanidades y Ciencias Sociales (NIAS) (1989), Miembro Honorario Vitalicio ARGDiaP (Polonia).
Se tienen publicaciones conmemorativas en honor a van Eemeren en neerlandés (2006), inglés (2006, 2011), y español (2015).
Él ha tomado roles importantes en diversas instituciones alrededor del mundo en las que se ha desempeñado como especialista en materia de teoría de la argumentación y temas afines en los que resalta su contribución con la enfoque pragma-dialéctico, dentro de los cuales están los siguientes:
Frans Hendrik van Eemeren ha escrito y editado diversas publicaciones. Sus obras más destacadas abordan el desarrollo de la teoría pragma-dialéctica. Esta la desarrolla junto al profesor Rob Grootendorst.
Esta teoría combina ideas de la dialéctica filosófica y la lógica del diálogo con ideas pragmáticas de la teoría de los actos de habla, la teoría Griceana, y el análisis del discurso. Su objetivo es proporcionar un enfoque sistemático para analizar y evaluar el discurso argumentativo. La teoría propone un conjunto de 10 reglas para llevar a cabo un proceso de diferencias de opinión.
En general, mientras más formal es una teoría es mejor, pero el peligro de formalizarla puede abstraerla de problemas vitales, como lo hace la lógica en el estudio del discurso argumentativo. Sin embargo, la formalización puede darse en diferentes grados, puede que solo tome partes específicas de la teoría, y el grado de formalización puede cambiar a lo largo del tiempo. Para ser justos al tema examinado, la pragma-dialéctica comenzó de modo informal en el examen del discurso argumentativo, conectando con otros enfoques teóricos. Desde el principio, no obstante, había énfasis en el método y la precisión, con la intención de ser tan formal como lo permitiera el estado del arte en la teorización hasta una determinada etapa de desarrollo. Inicialmente puede tener sus ventajas el desarrollar la teoría de la argumentación desde la perspectiva de un juego, pero ese enfoque metafórico padece el mismo peligro que el mencionado en cuanto a la formalización.
En el año 2000 falleció Rob Grootendorst, co-autor de la teoría, y a pesar de esa enorme pérdida, el desarrollo de la teorización pragma-dialéctica continuó según lo planeado. Se dio un nuevo paso crucial que implicó la inclusión de ideas retóricas sobre la efectividad en el marco teórico dialéctico orientado a la razonabilidad realizado por el alumno de van Eemeren con su alumno Peter Houtlosser en el proyecto de "maniobras estratégicas", cuyo objetivo era unir a los dos.
En un inicio, la influencia de la teorización pragma-dialéctica estuvo limitado a Europa Occidental y América del Norte. Gradualmente, los académicos de la argumentación de otras partes de Europa, América Latina, y China y Japón se unieron.
1. Regla de libertad
2. Regla de obligación de defender
3. Regla del punto de vista
4. Regla de relevancia
5. Regla de la premisa no expresada
6. Regla del punto de partida
7. Regla de validez
8. Regla de esquema del argumento
9. Regla de cierre
10. Regla del uso del lenguaje
Luego de 1970s, la pragma-dialéctica ha sido desarrollada sistemáticamente en las siguientes fases que a veces se superponen.
El desarrollo de la teorización pragma-dialéctica estuvo precedido por (y combinado con) una fase de conceptualización que fue instigada en 1970s por los principios meta-teóricos de la argumentación en la comunicación humana. En esta conceptualización, el proceso argumentativo de resolver una diferencia de opinión basada en los méritos de los movimientos argumentativos es representado en un modelo de 'discusión crítica' que es complementado por un 'código de conducta' para un discurso argumentativo razonable[3][4]. En conjunto, constituyen una base para la razonabilidad al analizar y evaluar el discurso argumentativo real.
La etapa de validación tiene como objetivo comprobar la 'validez del problema' de las propuestas teóricas hechas en la pragma-dialéctica: ¿Resuelven los problemas para los que están diseñados (como distinguir las falacias como violaciones de las reglas del discurso argumentativo razonable)? Las validaciones consisten en análisis cualitativos[5], cuando sean necesarias y factibles seguidas de una investigación cuantitativa[6].
La fase de empiricalización empezó a mediados de la década de 1980s para garantizar que la teorización pragma-dialéctica permanezca conectada con la producción, interpretación y evaluación del discurso argumentativo en la actualidad. La investigación se concentra en elementos dentro del discurso que son relevantes para resolver una diferencia sobre el fondo. Inicialmente se enfocaba en la identificación de movimientos argumentativos, esquemas argumentales y estructuras de argumentación[7]. A continuación, para examinar el potencial para adquirir 'validez convencional' de los estándares pragma-dialécticos, una comparación elaborada fue hecha entre los estándares teóricos de razonabilidad[8] y los estándares de razonabilidad de los argumentadores ordinarios[9]. La investigación cualitativa en la pragma-dialéctica generalmente es seguida por investigación experimental conectada.
Ya que en las prácticas comunicativas de la vida real, el discurso argumentativo es a menudo implícito e incompleto, redundante y repetitivo, indirecto y ambiguo, desordenado y desatinado, para tener totalmente en cuenta los compromisos de los argumentadores, generalmente se necesita un 'análisis reconstructivo' orientado a la resolución en el que todos los elementos argumentativos que son relevantes para resolver una diferencia en el trasfondo se pongan en primer plano[10]. Reconstruyendo los actos comunicativos que son realizados en lo posible como movimientos argumentativos en una discusión crítica, una conexión sistemática es establecida entre la comprensión de la razonabilidad del discurso argumentativo desarrollado en la teorización y el entendimiento obtenido de la investigación empírica cualitativa y cuantitativa de las complejidades del discurso argumentativo real. Las herramientas analíticas que deberían hacer posible realizar las transformaciones de reconstrucción de 'anulación', 'adición', 'sustitución', y 'permutación' incluyen tipologías de puntos de vista, diferencias de opinión, esquemas argumentales, y estructuras argumentativas, y procedimientos de identificación para premisas no expresadas y puntos de vista. La reconstrucción es para dar a resultar en una 'mirada analítica' de todos los elementos en el discurso argumentativo pertinente para resolver una diferencia sobre el fondo.
Porque el 'problema argumentativo' es que en el discurso argumentativo siempre es necesario combinar el objetivo de la eficacia y el mantenimiento de la razonabilidad[11], la noción fundamental en la pragma-dialéctica extendida es 'maniobras estratégicas' destinadas a reconciliar los dos[12]. En cada movimiento argumentativo hecho en el discurso las maniobras estratégicas se manifiestan en tres aspectos diferentes: (1) la selección del 'potencial tópico' de movimientos argumentativos que pueden realizarse en un punto particular del discurso; (2) la adaptación a la 'demanda de la audiencia' resultante de los (supuestos) puntos de vista y preferencias de los oyentes o lectores previstos; (3) la explotación de 'dispositivos de presentación' de medios de comunicación lingüísticos o de otro tipo específicos[13]. Esta distinción analítica no necesariamente refleja una división que puede ser observada empíricamente. El balance estratégico entre la búsqueda de la eficacia (retórica) y el mantenimiento de la razonabilidad (dialéctica) que tiene lugar simultáneamente en todos los diversos movimientos argumentativos determina el 'diseño estratégico' del discurso. Este diseño puede incluir todo los tipos de maniobras estratégicas individuales, pero también 'estrategias argumentativas' más comprensivas en las que varias maniobras estratégicas individuales son combinadas para reforzarse entre sí.
A diferencia de construcciones teóricas como el modelo de discusión crítica, los 'tipos de actividad comunicativa' en los que las maniobras estratégicas toman lugar en los varios dominios comunicativos tienen un estatus empírico: se manifiestan en eventos reales del habla. Dependiendo de su razón de ser, cada tipo de actividad comunicativa tiene un 'punto institucional' específico que incluye intentar comprender metas institucionales específicas[14]. Si un tipo de actividad comunicativa (o un evento específico) es argumentativo, es valioso darle una 'caracterización argumentativa' usando el modelo de una discusión crítica como una plantilla. Esta caracterización hace posible indicar en qué sentido las precondiciones institucionales del tipo de actividad comunicativa resultantes de su convencionalización influyen en las posibilidades de la maniobra estratégica[15]. Dado que las diferencias en las precondiciones institucionales, en diferentes tipos de actividades comunicativas los criterios generales de solidez relacionados con las maniobras estratégicas en movimientos argumentativos específicos pueden necesitar ser implementados en diferentes maneras.
En sus textos explica el uso correcto de cada regla y cómo las diferencias de opinión en una discusión racional deben desenvolverse tomando las pautas que da cada regla, además de cómo se puede maniobrar en un proceso de diferencias de opinión.
Variadas otros enfoques teóricos también tienen sus méritos. Sin embargo, cuando se considera más detenidamente cada uno de ellos prueba carecer de uno y otro aspecto[16]. En la pragma-dialéctica estas deficiencias instigaron la articulación de los principios meta-teóricos 'funcionalización', 'socialización', 'externalización', y 'dialectificación' que deben observarse al desarrollar una teoría de la argumentación adecuada.
Como otros, los lógicos pueden beneficiarse de la teoría pragma-dialéctica en mejorar (la explicación de) su análisis, evaluación, y presentación del discurso argumentativo en varias prácticas argumentativas.
A comparación de la lógica, la pragma-dialéctica está teóricamente mejor equipada para lidiar con las complejidades comunicativas del discurso argumentativo. Dado que tiene debidamente en cuenta las diferentes condiciones previas institucionales que deben observarse, también es más adecuado para abordar el análisis y la evaluación de piezas del discurso argumentativo en diferentes prácticas argumentativas.
En línea con el grado de formalización permitido por el presente estado de la teorización, el sistema de notación usado en la pragma-dialéctica es predominantemente informal. No obstante, las nociones centrales son denotadas por una terminología fija que es usada consistentemente al aplicar la teoría al discurso argumentativo. Así como la teorización progresa más formalización será posible.
Al estudiar fenómenos empíricos el uso de simbolismo debería ser evitado inicialmente. Cuando la argumentación está involucrada, la situación es más compleja porque un tema central es, entonces, su razonabilidad. Dependiendo de la filosofía de la razonabilidad que es favorecida (en términos de Toulmin: 'geométrica', 'antropológica', o 'crítica), al juzgar la razonabilidad de la argumentación un rol decisivo puede ser asignado a su representación por medio de símbolos, como sucede en la 'dialéctica formal'. En vista de que incluye abstraer desde aspectos vitales de la realidad argumentativa poniendo entre paréntesis las dimensiones pragmática y retórica de la argumentación, en la pragma-dialéctica no sucede esto.
A diferencia de otros enfoques, en la pragma-dialéctica extendida la dimensión retórica del discurso argumentativo es integrado en el marco teórico dialéctico. Su enriquecimiento por la inclusión de maniobras estratégicas y la contextualización aumentan esencialmente el rango e inclusividad de la teoría. Esto significa que la examinación del discurso argumentativo en la pragma-dialéctica puede involucrar tomar en cuenta la explotación de tipos relevantes de autoridad o emociones, pero si la búsqueda de la efectividad no se basa en la razonabilidad argumentativa ('logos') sino exclusivamente del 'pathos' o el 'ethos', es excluida de consideración en la pragma-dialéctica.
Es aconsejable seguir las reglas de la pragma-dialéctica para conducir el discurso argumentativo, y por lo tanto tratar de convencer (no persuadir) a las personas a hacerlo. Esto, sin embargo, parece ser un asunto de actuación racional no de lógica. Esta obra es de relevancia académica debido a la utilidad para el público en estudios de lenguaje, lingüística, comunicación, retórica, lógica, filosofía y derecho.