Francisco Aldao fue un marino nacido en Buenos Aires que integró la Real Armada a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX.
Francisco Aldao | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
1774 Buenos Aires, Gobernación del Río de la Plata (Imperio Español) | |
Fallecimiento |
20 de mayo de 1805 Río de la Plata | |
Nacionalidad | Argentina | |
Información profesional | ||
Ocupación | Militar | |
Años activo | 12 | |
Lealtad | España | |
Rama militar | Armada | |
Unidad militar | Atrevida, Descubierta, Asunción | |
Rango militar | alférez de navío | |
Francisco Antonio Aldao Aragón nació en la ciudad de Buenos Aires, Gobernación del Río de la Plata (Imperio Español), en 1774, hijo de Antonio Basilio de Aldao[1] y de Josefa de Aragón Avendaño, porteña. Al igual que sus hermanos Santiago Aldao y Matías Aldao sentó plaza en la Real Compañía de Guardiamarinas del Ferrol en 1793 con sólo 18 años, cerca del límite de edad permitido.
En 1794 fue ascendido a alférez de fragata y en 1802 era promovido a alférez de navío.
En 1805 operó a bordo de la corbeta Atrevida en aguas de las Islas Malvinas, pasando luego a la Descubierta, las mismas naves que participaron de la llamada "Expedición Malaspina", comandada por el famoso marino italiano en el servicio de España Alejandro Malaspina, construidos especialmente para el viaje y bautizados así por Malaspina en honor de los navíos de James Cook Resolution y Discovery.
En la Descubierta arribó con su hermano Santiago a Montevideo el 14 de abril de 1805, donde pasó a la fragata de 35 cañones Asunción, con la que zarpó a comienzos de mayo desde Maldonado para perseguir corsarios ingleses. La Asunción varó el 20 de mayo en el banco Inglés en medio de un temporal y al anochecer se hundió pereciendo Aldao en el naufragio junto a su comandante el capitán Juan Domingo Deslobbes, otros 10 oficiales y 294 hombres.
Es mencionado erróneamente como partícipe de la Batalla de Trafalgar a bordo del Príncipe de Asturias, nave insignia del Jefe de Escuadra Federico Gravina (murió antes del célebre combate). En el Romance de los Argentinos en Trafalgar[2] unos versos dicen: