Francia 2030 (en francés, France 2030 )es un plan de gasto del gobierno francés de 54 mil millones de euros, a lo largo de 5 años, anunciado por el presidente de la República Emmanuel Macron el 12 de octubre de 2021 en el Elíseo.[1]
El gobierno justificó el gasto alegando que el objetivo sería que Francia se recupere de su atraso en determinados sectores industriales, promover el gasto gubernamental en desarrollo sustentable y comprometer a Francia en el control de los espacios comunes (digital, espacio ultraterrestre, fondos marinos).[2]
En los contextos de "crisis climática europea, competencia internacional y crisis sanitaria," la ambición de «Francia 2030» es comprometer al país en el camino de la transición ecológica y la independencia estratégica, a través de un plan de gasto gubernamental masivo, para "sacar a la luz a los futuros campeones tecnológicos del futuro". [3]
La Compañía de Exploración recibió un subsidio para desarrollar un motor a metano licuado,[4] y otro para su proyecto DEMARLUS.[5]
Cerca de 200 líderes empresariales estuvieron presentes durante la presentación del plan de futuro en el Elíseo el 12 de octubre de 2022. Los invitados por el gobierno naturalmente acogieron favorablemente una respuesta económica positiva a los grandes desafíos del mañana, con el objetivo de hacer de Francia una “gran nación de innovación".
France Digitale acogió con satisfacción estos anuncios presidenciales; casi la mitad del plan de inversiones se dedica a empresas emergentes.[6] Dicha organización gremial comentó que invertir masivamente en nuevas empresas es "dar a Francia una ventaja tecnológica".
FICAM, otro ente gremial, saludó aquello que denominó ser una contribución histórica y decisiva al futuro del sector audiovisual.[7]
El ente gremial MEDEF acogió con satisfacción la ambición y la perspectiva de este plan, pero reclamó ciertas condiciones para su éxito: Francia 2030 debe centrarse en primer lugar en las empresas privadas, su gobernanza debe ser clara, su ejecución ágil para poder reorientar rápidamente las inversiones y los usos de estas nuevas tecnologías deben ser apoyados para garantizar su desarrollo real.[8]
El ex magistrado del Tribunal de Cuentas, François Ecalle, adviertió del limitado efecto macroeconómico que debería tener el plan Francia 2030 . De hecho, la inversión pública total ya ha alcanzado los 90 mil millones de euros al año,[9] eclipsando los €10,000 millones anuales del Francia 2030.
El Tribunal de Cuentas también criticó la falta de difusión de la innovación «hacia soluciones económicamente viables».[9]
A seis meses de las elecciones presidenciales francesas de 2022, la oposición política criticó una “propaganda» Macron y denunció una “euforia de gasto» en el período preelectoral.[10] Los candidatos de la oposición denunciaron una forma de lanzar la campaña del futuro candidato Macron sin decirlo y calificaron el plan Francia 2030 como una hoja de ruta para un potencial nuevo mandato de cinco años.
El candidato comunista Fabien Roussel cree que al financiar Francia 2030 mediante préstamos en lugar de gravar las superganancias del CAC40, Emmanuel Macron está promoviendo el capitalismo y la competencia. La candidata republicana Valérie Pécresse denuncia anuncios costosos, tras el plan de recuperación post-Covid de 100 mil millones de euros en 2020, el “cueste lo que cueste», inversiones excepcionales para la ciudad de Marsella, el proyecto de ley de finanzas 2022 y ahora el plan Francia 2030 .[10]