Francesco Pagano fue un pintor italiano de finales del siglo XV y comienzos del XV. Su presencia está documentada en 1457 en Nápoles y entre 1472 y 1481 en Valencia.[1]
Francesco Pagano | ||
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Información profesional | ||
Ocupación | Pintor | |
Años activo | 1471-1506 | |
Probablemente nació y realizó su aprendizaje en Nápoles.[1] Se registra su actividad en Valencia en la década de 1470, adonde siguió al joven cardenal Rodrigo Borgia (el futuro papa Alejandro VI) junto a otros pintores: Paolo de San Leocadio y el Maestro Riquart (identificado equívocamente con Riccardo Quartararo, un pintor de la época, activo en Sicilia y Nápoles, que no debió de haber estado en España[2]). Con este último firmó en 1472 el contrato para la realización de un fresco con el tema de la Natividad en la sala capitular de la catedral de Valencia, obra en la que demostró estar al día de los modelos contemporáneos de la escuela de Ferrara. El 26 de julio de ese mismo año firma otro contrato, este con Paolo da San Leocadio, para la decoración de los entrepaños de los canecillos de la bóveda gótica del presbiterio de la misma catedral ("un ángel en cada entrepaño, vestidos según parezca á dicho honorable Cabildo, con sus alas sembradas de oro fino y de bellos colores; que las crucerías sean pintadas de follajes con frutos, de oro fino de ducado, según pareciere al dicho honorable Cabildo; que las ventanas sean pintadas de oro fino de ducado y de azur"),[3] trabajo que no estaba todavía finalizado en 1476, cuando hace testamento; quedando terminado en 1481. Esta decoración quedó cubierta por una restauración realizada en 1674, descubierta en 2004. Se le considera el introductor del renacimiento italiano en España.[4][5]
De vuelta en Nápoles, en 1489 se le encargó un retrato del duque Alfonso de Calabria (el futuro rey Alfonso II de Nápoles), hoy perdido. En este periodo Pagano fue uno de los protagonistas de la amplia circulación cultural que mezclaba elementos ferrareses con su experiencia valenciana y las novedades provenientes del taller romano de Melozzo da Forlì, como demuestran las obas que se le atribuyen: el Tríptico de San Miguel arcángel del Oratorio dei Santi Michele e Omobono en Nápoles (conservado actualmente en el Museo nazionale di Capodimonte), y l'anta d'organo con San Sebastián y Santa Catalina, realizada para la iglesia de Sant'Eframo Vecchio de Nápoles (conservada actualmente en la Galleria nazionale d'arte antica en Roma).[6][7]
En 1506 vuelve a registrarse su actividad en Valencia, junto con Paolo de San Leocadio, para pintar las puertas del altar mayor de la catedral, con el tema de la Vida de la Virgen.[8]