Un fotosensibilizador es una molécula que produce un cambio químico en otra molécula en un proceso fotoquímico.[1] Los fotosensibilizadores se utilizan comúnmente en la química de polímeros en reacciones tales como fotopolimerización, fotorreticulación y fotodegradación.[2] Los fotosensibilizadores también se utilizan para generar estados excitados de tripletes en moléculas orgánicas con usos en fotocatálisis, conversión de fotones y terapia fotodinámica. Los fotosensibilizadores generalmente actúan absorbiendo la región ultravioleta o visible de radiación electromagnética y transfiriéndola a moléculas adyacentes. Los fotosensibilizadores suelen tener grandes sistemas π deslocalizados, que reducen la energía de los orbitales HOMO y su absorción de luz podría ionizar la molécula. También hay ejemplos de uso de puntos cuánticos semiconductores como fotosensibilizadores.[3]
La clorofila actúa como fotosensibilizador durante la fotosíntesis de carbohidratos en las plantas:
Los fotosensibilizadores son parte de la terapia fotodinámica (TFD) que se usa para tratar algunos cánceres. Ayudan a producir oxígeno singlete para dañar los tumores. Se pueden dividir en porfirinas, clorofilas y colorantes.
En febrero de 2019, científicos médicos anunciaron que el iridio adherido a la albúmina, creando una molécula fotosensibilizada, puede penetrar en las células cancerosas y, después de ser irradiado con luz (un proceso llamado terapia fotodinámica), destruir las células cancerosas.[4][5]