El formiato de etilo, también llamado en la nomenclatura sistemática metanoato de etilo, es un éster en forma de líquido incoloro con aroma a ron que reacciona de forma violenta con oxidantes fuertes, ácidos y bases. Es una sustancia estable, incompatible con ácidos minerales oxidantes, agentes reductores fuertes y agentes oxidantes fuertes como; Peróxido de Hidrógeno, Ácido Nítrico, Ácido Perclórico o Trióxido de Cromo. Se inflama en contacto con terbutoxido de potasio y presenta una violenta reacción con ácido clorosulfonico.
El formiato de etilo normalmente se obtiene cuando el etanol reacciona con el ácido fórmico, componente principal del veneno de las hormigas.
Naturalmente el formiato de etilo es uno de los compuestos que contribuyen al sabor de las frambuesas.
El formiato de etilo tiene varios usos, entre ellos se encuentran:
Al inhalar formiato de etilo se produce una sensación de quemazón, tos, somnolencia, dolor de cabeza, jadeo, dolor de garganta y hasta pérdida de conocimiento. En casos de ser ingerido, originará dolor abdominal y sensación de quemazón. Además, si este entra en contacto con la piel, puede absorberse produciendo enrojecimiento y quemazón.