Las fibras de aramida son fibras de origen sintético y se obtienen por hilado de poliamidas aromáticas del tipo politereftalato de polifenilendiamina. La aramida es una poliamida aromática llamada poliparafenilenotereftalamida con una estructura química perfectamente regular cuyos anillos aromáticos dan como resultado las moléculas del polímero con una propiedades de una cadena razonablemente rígidas. Las fibras son fabricadas por diferentes procesos de hilado y extrusión. El grupo de fibras de aramida es uno relativamente nuevo y potencialmente importante, basado en la rigidez y en la alta resistencia, que se obtiene en polímeros completamente alineados. Son poliamidas con radicales aromáticos, unidos los radicales de sencillo, resultando unas fibras mucho más resistentes, térmica y mecánicamente.
Según el procedimiento de fabricación, se distinguen dos tipos de fibras de aramida según su rigidez: fibras de bajo módulo (E=70 GPa) y de alto módulo (E=130 GPa). Los materiales compuestos de fibra de aramida no tienen resistencia a la compresión pero se consideran de altas prestaciones, debido a sus características mecánicas son muy elevadas. Se utiliza para vestidos, paracaídas, cuerdas y cables, ya que tiene una alta resistencia y un módulo elástico intermedio.
Está disponible en mechas de filamentos continuos. Estos filamentos pueden obtenerse sin acabado y ser procesados mediante diferentes operaciones textiles. Los rovings y mechas se utilizan en el enrollamiento filamentario, cintas de preimpregnado y procesos de pultrusión. Los tejidos, son la principal forma utilizada en materiales compuestos con fibra de aramida .
La utilización de aramida en las formas de fibra corta o discontinua está creciendo cada vez más. Una de las razones es que su inherente tenacidad y naturaleza fibrilar permite la creación de formas de fibra que no son posibles para otros refuerzos.