La Feria del Calvario es una feria boliviana tradicional de artesanías en miniatura, gastronomía, sorteos y juegos, la cual es parte tradicional de las festividades del Carnaval de Oruro, declarado obra maestra del patrimonio intangible de la humanidad.
Esta feria se instala en la Plaza del folclore y se desarrolla únicamente durante la temporada de Carnaval. Inicia cada año luego del primer convite, en el mes de noviembre, y se realiza cada domingo hasta una semana antes del Carnaval de Oruro.
Los artesanos de Oruro crean sus obras a mano y estas habilidades usualmente son heredadas de sus ancestros familiares. Las personas compran con fe las miniaturas y las llevan a bendecir al santuario de la Virgen del Socavón.[1]
Esta feria surgió junto al carnaval de Oruro en la época colonial.
Los primeros registros documentados son de 1946. Josermo Murillo Vacarreza, quien ocupaba el cargo de inspector de Espectáculos Públicos, llevó a cabo la primera Feria Franca Permanente de Manualidades con el fin de fomentar la cultura popular. Para ello, invitó a los creadores de pequeñas industrias, manufacturas, manualidades, miniaturas, juguetes, alfarería, orfebrería, cerámica, etc. a establecer sus puestos de venta y exhibición en la Plaza del Socavón (en ese entonces llamada Plaza Argentina) además de otorgar premios a los diez trabajos más destacados.
El espacio ferial donde se emplaza esta feria en la ciudad de Oruro se halla dividido en sectores que ofertan también alimentos tradicionales como api con buñuelos, anticuchos, pasankalla, tortas y otras opciones de comida de consumo callejero.
La feria también tiene diferentes juegos de suerte y habilidad que se desarrollan en el lugar como los futbolines, tiro al blanco, lota y otros similares.[2]
Entre las miniaturas elaboradas por los artesanos participantes de la Feria del Calvario en Oruro se encuentran: